¿Puede un niño tener relación con la filosofía? ¿Está preparado para ello? ¿O no hace falta ningún tipo de preparación? ¿Qué puede aportar la filosofía a la educación y el desarrollo de un niño? Justo cuando estaba pensando sobre estas preguntas se cruzan en mi camino en forma de correo electrónico enviado por una amiga los libros de la editorial Media Vaca. «No les hablan como a niños, sino como a personas», me dice en el mail esta lectora entusiasta que tiene dos hijas pequeñas. Vale, entiendo perfectamente a lo que se refiere y ella sabe muy bien que diciéndomelo así va a atraer toda mi atención y entraré de inmediato en el enlace que me manda.
Será ese uno de los motivos por los que el Ministerio de Cultura y Deporte le ha concedido a la editorial el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural de 2018. Por eso y por muchas cosas más. Son libros ilustrados, «muy ilustrados», dice la propia editorial, «para todas las edades», aclara también, en los que, atención, hay títulos como estos: Cómo puede ser la democracia, Así es la dictadura, Las mujeres y los hombres, Hay clases sociales… Así que, volviendo a donde estaba mi cabeza cuando recibí el correo, me pregunto: ¿puede tener un niño relación con estos temas? Puede y debe.
Deja un comentario