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rabia

La rabia es un factor político clave. Fotografía del Paro Nacional, en Colombia, realizada por Oxi.Ap (CC BY 2.0).

Politizar la rabia, revertir el resentimiento

PorDamián Pachón Soto27 de febrero de 2024
En su nuevo libro «Rabia. Afectos, violencia, inmunidad», la filósofa Laura Quintana explora el complejo mundo de los afectos que circulan en el espacio social, donde se movilizan resentimientos, odios, actitudes defensivas frente a los demás, los diferentes, los que divergen. Espacio donde es posible también revertir algunos de esos afectos y ponerlos al servicio de la emancipación. Es un libro clave para comprender mejor el crispado espacio público colombiano surcado por un inmunitarismo militar contra lo «Otro».
Laura Quintana, doctora en Filosofía, profesora asociada del Departamento de Filosofía de la universidad colombiana de Los Andes, es autora de «Rabia. Afectos, violencia, inmunidad», que acaba de publicar Herder Editorial. Foto: César García.

F+ Laura Quintana: «Hay formas de rabia que exigen que el mundo se transforme»

PorAmalia Mosquera16 de abril de 2024
La filósofa colombiana Laura Quintana publica nuevo libro: «Rabia. Afectos, violencia, inmunidad». En él, y en esta entrevista, reflexiona sobre las distintas formas de rabia, y diferencia entre el resentimiento y la «rabia política» o enardecimientos en pos de la igualdad. Porque, nos dice, existen tipos de rabia que intensifican la desigualdad con la que vivimos y otras que, al contrario, la combaten. Es la rabia en positivo.
Puede odiarse a personas o puede odiarse lo que ellas representan. Pueden odiarse pueblos e ideologías. Pueden odiarse incluso ideas. Se producen así demonizaciones del objeto, que es visto como algo esencialmente malo o que nos causa algún mal por su mera existencia.

El odio que todo lo destruye

PorAna Carrasco Conde12 de abril de 2018
Apenas son necesarias dos gotas del más destilado odio para lograr verter millones de lágrimas, sean estas de ira, envidia, dolor, sufrimiento o injusticia. No son gotas que caigan azarosas ni tampoco son producto de un proceso caprichoso e inmediato, sino de una larga evolución que ha ido endureciendo poco a poco las almas y...