Cuando se celebra en España el juicio por los asesinatos en El Salvador de Ignacio Ellacuría y otros jesuitas, hace más de treinta años, el filósofo y teólogo Paul Wess, autor de Dios, Cristo y los pobres, sobre la concepción de la Iglesia liberadora, hace un repaso de la doctrina eclesiástica y el pensamiento de Jon Sobrino, el compañero también jesuita que se libró de aquella matanza por estar de viaje en aquel momento.
Por Paul Wess
Primero, una breve introducción para poner en contexto el relato de Wess y relacionarlo con la actualidad. La madrugada del 16 de noviembre de 1989, un grupo del batallón Atlacatl, del ejército salvadoreño, entró en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), en El Salvador, y asesinó a los jesuitas españoles Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo, al sacerdote salvadoreño Joaquín López, a la cocinera Elba Ramos y a su hija Celina Mariceth Ramos, de 15 años. Ellacuría, rector de la UCA en aquel momento, filósofo y teólogo, era uno de los principales representantes de la teología de la liberación en una época muy complicada en Centroamérica, defendía públicamente los derechos de los pobres y se mostraba abiertamente a favor del diálogo entre las autoridades y las guerrillas.
Ahora, más de treinta años después de aquellos asesinatos, se celebra en España el juicio. En el banquillo, el que era viceministro de Defensa salvadoreño, Inocente Montano, y el teniente René Yushsy Mendoza Vallecillos. Según la Fiscalía, ambos «participaron en la decisión, diseño o ejecución» aquella madrugada de 1989.
Vasco de nacimiento, Jon Sobrino, compañero de la UCA, se libró por casualidad de aquella matanza, por estar fuera de El Salvador ese día. Lo que viene a continuación es la reflexión que sobre el pensamiento de Jon Sobrino y la doctrina eclesiástica escribe Paul Wess para Filosofía&co. Wess es filósofo y teólogo y autor del libro Dios, Cristo y los pobres. Comunidades eclesiales como mediadoras para la liberación, publicado por Herder, en el que aborda las cuestiones del fundamento de la teología de la liberación y la concepción de la Iglesia liberadora, expone la idea de la Iglesia como instrumento para la liberación y así conseguir un cambio en las estructuras sociales.
Deja un comentario