El filósofo español Emilio Lledó ha recibido el premio internacional de Humanismo Solidario «Erasmo de Rotterdam» por ser un referente intelectual y ético y símbolo del compromiso personal.
El acto de entrega se celebró el 16 de febrero en la Universidad de Málaga. La Asociación Internacional Humanismo Solidario ha considerado que Lledó merece este galardón por “su labor creativa, su incansable trabajo como investigador, enseñante y divulgador en el ámbito de las actividades humanísticas y su defensa de los valores éticos y de solidaridad, capaces de contribuir a la necesaria construcción del desarrollo y la dignidad de los pueblos”.
En una entrevista que Gabriel Arnaiz le hizo a Lledó en Madrid, y que publicamos en este mismo portal, nos contó el instante en el que, siendo un niño, nació en él el espíritu del pacifismo: «Durante la Guerra Civil, un día mi padre me trajo a Madrid, y cuando estábamos en la Gran Vía, hubo una alarma de un ataque aéreo y nos metimos en un portal, pero hubo gente a la que no le dio tiempo a refugiarse; creo que fue la primera vez en mi vida que vi cuerpos destrozados. Me di cuenta entonces de lo que era la muerte de la violencia, y desde entonces soy pacifista. Descubrí que la sangre y la pólvora huelen; la imagen la tengo clarísima. Por eso me desagrada mucho la trivialización de la violencia».
El jurado de la Asociación Internacional Humanismo Solidario ha valorado también “su fecunda aportación intelectual, desarrollada al margen de las corrientes coyunturales y marcada por su postura vital de contribuir, desde la educación, la cultura y la transmisión del saber, a la consecución de un mundo mejor y a la consolidación de los valores de solidaridad, interculturalidad, humanidad y dignidad que propugna y reivindica la Asociación Internacional Humanismo Solidario”.
Emilio Lledó ha sido el segundo pensador en recibir este premio, después de José Luis Sampedro.
“Como nos decía Kant, uno de mis filósofos preferidos, la educación es lo más esencial”, dijo Emilio Lledó en su intervención al recoger el premio, como cuenta el diario Sur. Y se refirió a Erasmo de Rotterdam, que da nombre a este galardón, como “un maestro que nos enseñaba la humanidad de las palabras y cuyo ejemplo nos da esperanza y vida”.
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