Una imprenta cambió la vida de Virginia Woolf
Un día de 1917, Virginia Woolf y su marido, Leonard, se encontraron con algo que les cambiaría la vida mientras andaban por Farrington Road, una calle al este del barrio de Bloomsbury. En una tienda vendían una vieja imprenta de mano a buen precio. La imprenta venía completa, con todos los accesorios incluidos. En un arrebato del momento, el matrimonio Woolf decidió adquirirla y llevarla a su recién comprada casa. Este fue el inicio de la Hogarth Press, una empresa editorial que traería importantes ingresos económicos para la joven pareja, pero también constantes dolores de cabeza.
Para comprar la imprenta de mano tuvieron que vender algunos manuscritos inéditos de William Thackeray que Virginia Woolf había heredado de su madre —que era una pariente lejana del escritor—. Pero con esta compra consiguieron mucho más que un simple negocio. Tras un pesado proceso de obtención de licencias, en verano de ese mismo año publicaron un libro conjunto, Two Stories. Se trataba de un relato de Virginia, «La marca en la pared», y otro de Leonard, «Tres judíos». Se vendieron unos ciento cincuenta ejemplares de ese libro.
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