Inger Enkvist, experta en educación, profesora e hispanista sueca, critica los problemas que en su opinión tiene el sistema educativo occidental, al tiempo que defiende el modelo asiático, basado en la excelencia, que siguen países como Corea del Sur o Singapur.
Inger Enkvist estuvo en Bilbao este mes de febrero, con motivo de unas jornadas internacionales de educación. Entrevistada por Libertad Digital, la experta en educación, hispanista y profesora en la universidad de Lund (Suecia) no desaprovechó la cita para hacer una potente crítica al sistema educativo actual que se aplica en Occidente.
Los problemas del “buenismo” en la educación según Enkvist
Para Enkvist, nuestro modelo, basado en un igualitarismo irreal, no ayuda a ningún estudiante, ni a los buenos ni a los malos. Ofrece a todos un mismo itinerario que mezcla alumnos de todas las capacidades, lo cual frena a los más brillantes y desmotiva a los más lentos. Una situación en la que nadie gana, en su opinión.
«La mente necesita repetición para aprender, pues es el modo en que almacena la información»
En nuestra exageración por lo políticamente correcto –piensa Enkvist en declaraciones a Libertad Digital– hemos puesto como comportamientos a erradicar los verdaderos valores que han de guiar la educación, como son la disciplina y el esfuerzo. En la actual cruzada por el “todo fácil”, no estamos favoreciendo en nada a nuestros jóvenes, dice, puesto que, cuando les toque enfrentarse a la realidad –que no se anda con tantos remilgos–, se encontrarán inermes frente a ella y el golpe será mucho más duro.
Esta filosofía ya implantada mancha también el modelo de enseñanza, con clases colectivas en las que los alumnos se mueven por la clase, interactúan y hacen uso de las nuevas tecnologías. Como ejercicios puntuales, no son malos, opina Enkvist, pero sí cuando se convierten en la norma. Su exageración es contraproducente, pues, para aprender, el cerebro necesita concentración, y para ello, calma, silencio y sosiego. El enfoque “buenista” puede quedar bien en los medios, pero sus resultados distan mucho del ideal buscado. Para aprender, la mente necesita repetición –dice Enkvist–, que es el modo en que almacena la información: la huella que deja la experiencia habitual. Sin releer, reescribir, repasar, es decir, sin esfuerzo, no queda nada, en su opinión.
El uso del lenguaje
Otro gran problema, que parece que se pasa por alto, es el de la comunicación, según Inger Enkvist. Durante los primeros años de enseñanza, el papel preponderante en los contenidos de las escuelas debería estar más centrado en el uso y comprensión del lenguaje. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que, sin él, los alumnos no serán capaces de comprender correctamente los contenidos de los siguientes cursos, así como que tendrán dificultades para expresarse correctamente. Las lagunas en el lenguaje actuales son una garantía de fracaso.
El baremo a seguir en la educación pública debería ir en la misma línea que el que está ya establecido en las universidades y las academias: la capacidad, según Enkvist. En lugar del actual criterio de repartir a los alumnos por edades, el nivel de aprendizaje es la propuesta de Enkvist para separar a los alumnos, de manera que no se frene a unos o se deje retrasados a otros.
Durante los primeros años, el papel en los contenidos de las escuelas debería estar más centrado en el uso y comprensión del lenguaje
Exigencia y esfuerzo: el modelo oriental
Este modelo, precisamente, tiene sintonías con lo que ya se está haciendo en países de Oriente, como Singapur, Corea del Sur o China (más recientemente). En dichos países, se apuesta por una educación competitiva, imbuida de valores como esfuerzo, disciplina y excelencia. Y sus resultados son “magníficos”, dice la hispanista en Libertad Digital. Ofrecen un aprendizaje para cada alumno porque no es el mismo para todos, aceptando la idea de que no somos iguales ni debemos serlo. Así, no solo los alumnos más brillantes están por encima de sus homólogos occidentales, sino que los más “lentos” están también a un nivel muy superior, opina Enkvist, algo que se pondrá de manifiesto en las próximas décadas en empresas e instituciones.
Como crítica, la hispanista hace referencia en Libertad Digital a uno de los grandes errores de la educación en España en su opinión, que ha sido su renuncia a un programa centralizado para todo el país. Esto se ha traducido no solo en un aumento enorme de los costes educativos, sino que además ha creado un sinfín de conflictos, cuando las normativas distintas crean divergencias entre ellas, al tiempo que se utiliza con fines políticos, cuando ideologías localistas o nacionalistas miran menos por la correcta preparación para los alumnos y más por conseguir modelarlos para que sean futuros votantes, opina Enkvist.
Para saber más… La opinión de Emilio Lledó sobre educación y la excelencia
Deja un comentario