Albert Camus y Friedrich Nietzsche tienen una filosofía crítica y vitalista en torno al sentido y el valor de la existencia humana. Tras la muerte de Dios, el nihilismo que empezó asolando a la Europa de la modernidad ha desembocado en la pérdida de los valores tradicionales que permitían al ser humano darle un sentido a su vida, lo cual constituye un problema para ambos autores.
La ausencia de fe y seguridad del individuo para crear un nuevo sentido vital para sí mismo, la mentalidad de rebaño y la carencia de motivación para desarrollar un verdadero espíritu crítico con la sociedad de su tiempo son algunas de las consecuencias derivadas de ese germen nihilista que Camus y Nietzsche denuncian a través de sus obras. Los dos comprenden su presente como una época de la falta, necesitada de un nuevo sentido y valor por y para el ser humano, que le permita rebelarse contra ese abismo o absurdo al que va aparejada su existencia sin Dios. Solo si le hace frente será capaz de superarlo, pues la toma de conciencia de este no puede abordarse desde el desprecio por la vida y la indiferencia1.
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