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F+ El bumerán del estado de excepción

Donatella di Cesare

1 comentario

«Al temor por lo extraño, la xenofobia, que empuja a erigir barreras y muros, se le junta también ahora el miedo por todo lo que está afuera, la exofobia, que induce a encerrarse en el propio nicho, a inmunizarse, protegerse a uno mismo, observando lo que sucede a través de la pantalla tranquilizadora», escribe la filósofa Donatella di Cesare.

«Al temor por lo extraño, la xenofobia, que empuja a erigir barreras y muros, se le junta también ahora el miedo por todo lo que está afuera, la exofobia, que induce a encerrarse en el propio nicho, a inmunizarse, protegerse a uno mismo, observando lo que sucede a través de la pantalla tranquilizadora», escribe la filósofa Donatella di Cesare.

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¿Será una coincidencia que el pánico en Italia explotara especialmente en aquellas regiones gobernadas por la Liga del Norte, donde se ha inculcado el odio y la idea del enemigo público, portador de todas las enfermedades, señalando al inmigrante?

Por Donatella di Cesare, filósofa, profesora de Filosofía Teorética en Roma

Muchos se lo preguntan. Y la cuestión parece encontrar confirmación en las actuaciones de los gobernadores de turno. Golpes de escena en los que cada uno saca una mascarilla para cubrirse, «autoaislarse», declarándose en riesgo, para sí mismo y para los demás, infundiendo más miedo, si no fuera que la mascarilla en sus manos se transforma en una máscara y todo adquiere contornos quijotescos.

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El «otro» relanza la discriminación habitual: nosotros superiores, ellos inferiores, sanos, enfermos, limpios, sucios, y esta vez llega la hipérbole grotesca de los «ratones vivos», ese famoso manjar chino que todos conocen.

Golpes de escena en los que cada uno saca una mascarilla para cubrirse, «autoaislarse», declarándose en riesgo, para sí mismo y para los demás, infundiendo más miedo

Es un poco aterrador hablar aquí del «estado de excepción», ese paradigma de gobierno a través del cual leer el mundo actual, como Giorgio Agamben nos enseñó magistralmente en su Homo Sacer.

Al contrario de lo que algunos han afirmado, el paradigma matriz sigue siendo válido. Y ahora, además, es una práctica diaria: los procedimientos democráticos están suspendidos por disposiciones tomadas en nombre de la emergencia. Un decreto aquí y un decreto allá: de esta manera, los ciudadanos terminan aceptando medidas que deberían garantizar su seguridad, pero que de hecho limitan severamente su libertad. Las medidas tomadas en los últimos días por los gobiernos, sin ningún orden en particular, son paradigmáticas. Llegan a cerrar los lugares de cultura o a prohibir manifestaciones y reuniones. Son medidas que tienen, no hace falta decirlo, un sabor autoritario y un rasgo inquietante.

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Una respuesta

  1. Avatar de Eloy M
    Eloy M

    Por no hablar de la sobreexposición a la que durante estos días, y con el beneplácito de los medios afines al poder, se está sometiendo la población en redes sociales; que ya de por sí da que pensar…

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