«No todo ser humano hembra es necesariamente una mujer». ¿Eso dijo Simone de Beauvoir? ¿Ya en 1949? ¿Me estás diciendo que la segunda ola de feminismo empieza así? Por increíble que parezca, así es. Estas son las palabras de Simone de Beauvoir en la introducción de El segundo sexo, la obra cumbre de la parisiense. A continuación, nos adentramos en la aventura que Beauvoir se propuso en la posguerra europea: cómo podemos liberarnos las mujeres del determinismo impuesto.
La obra se divide en dos tomos formidables. El primero se centra en la historia que ha atrapado y encasillado a la mujer, mientras que el segundo está orientado a la experiencia del vivir como mujer. Ambos están escritos bajo una visión existencialista —que nace en última instancia de la fenomenología— al darse cuenta de que el hombre siempre ha podido pensar sin la mujer. En otras palabras, él siempre ha sido sujeto y nosotras el objeto pensado. La pregunta, entonces, en la que se resume todo El segundo sexo es «¿por qué la mujer es Alteridad?» Es decir, ¿por qué es lo Otro?
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