La filósofa Florencia Abadi replantea la idea de Narciso, el joven mitológico que se ahogó al arrojarse a un estanque fascinado por el reflejo de su propia imagen. Abadi defiende que en realidad «Narciso no se ama a sí mismo», sino que sacrifica su vida para ser amado por el otro. Así lo expone en su libro El sacrificio de Narciso. Hablamos con ella sobre este mito, el amor, el deseo, el erotismo…
Por Melina Varnavoglou
Florencia Abadi es doctora en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires (UBA), investigadora adjunta del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina) y docente de Estética en los Departamentos de Filosofía y de Artes de la UBA. Abocada muy tempranamente al estudio de la obra de Walter Benjamin, en su libro Conocimiento y redención en la filosofía de Walter Benjamin (editado por Miño y Dávila) emprendió la tarea de encontrar un hilo sistemático en la obra del popular pensador alemán, fragmentaria y compleja.
Con un pie en la mitología y otro en el psicoanálisis, hace tiempo que su escritura filosófica ha hecho de ella misma una apuesta por el fragmento: textos que de forma bella y breve discurren (ensayan) sobre grandes temas, como el amor, el deseo, el odio, la imagen y el conocimiento. Este es el caso de El sacrificio de Narciso, su último libro, publicado por Punto de vista Editores, sobre el que nos encontramos para conversar hoy.
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