La presencia ausente de Spinoza y la Ética
En esas cartas, Althusser les hacía a Badiou, Balibar, Duroux y Macherey la siguiente propuesta: hacer una organización clandestina teórico-política con el proyecto de redactar «una verdadera obra filosófica que pueda ser nuestra Ética»1. El grupo llevó el «transparente nombre de Spinoza».2
El 14 de octubre de 1966, Althusser precisó a Balibar:
«El trabajo colectivo debe hacerse por escrito, por el intercambio de notas de investigación, redactadas por cada uno de nosotros, y distribuidas a los cinco colaboradores».
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