Con algunos de los libros de Marina Garcés recorremos su experiencia, su pensamiento, su filosofía al fin. Ella pertenece a ese tipo de filósofos que no separan, que no tienen compartimentos estanco para lo que piensan y lo que hacen. Su último libro, Ciudad Princesa, es buen ejemplo de esta filosofía que lo es tanto de teoría como de práctica.
Por Pilar G. Rodríguez
De pequeños, para aquella generación que fue a EGB, existía un juego llamado “Quién es quién”. Había que dar pistas y hacer preguntas sobre el aspecto de alguien para acabar dando con quién era. Esto es una entrevista –con foto y titular– y se sabe de quién se habla, pero si estuviera permitido un instante de desmemoria y juego, si se leyera el siguiente texto sin saber lo que ya es sabido, ¿dirías que la entrevista es a quien es? “Tengo alergia a cualquier nacionalismo, propio o ajeno. Trabajo en una ciudad española y la gente de esta península (y la de cualquier otro lugar) nunca será mi enemiga. Siempre he pensado que el mapa de los Estados, todos, con sus colores y sus líneas rectas, nos engaña. Sus amables colores son el resultado de una geografía de guerra. No existe Estado sin frontera y ejército. A mí me gustan más los mapas geográficos, donde vemos la forma real de los valles, las montañas y los ríos, que no se detienen en las fronteras. Como estoy explicando hoy, creo en un mundo común, hecho del ir y venir libre de la gente”.
Deja un comentario