Si viviera todavía, Raimon Panikkar cumpliría este 3 de noviembre 100 años. Poco le faltó: murió en 2010, un par de meses antes de celebrar los 92 años. Dos importantes congresos iberoamericanos –uno en San José de Costa Rica y otro en Bogotá, Colombia– homenajean este mes de octubre, con motivo del centenario de su nacimiento, la figura de este filósofo y teólogo cuyo pensamiento fue un diálogo intercultural e interreligioso, un puente que unía Oriente y Occidente y por el que las ideas fluían cogidas de la mano en ambas direcciones.
Por Amalia Mosquera
“Raimon Panikkar es el pensador catalán vivo más reconocido internacionalmente. Su vida y su obra muestran el enorme alcance temático, geográfico y lingüístico de su pensamiento”. Estas palabras las decía el 28 de abril de 2008 el filósofo, catedrático y político Josep-Maria Terricabras en la presentación del acto en el que Panikkar iba a ser investido doctor honoris causa por la Universitat de Girona, en Cataluña.
Hasta allí llegaba un Panikkar de 90 años, toda una vida a caballo entre dos culturas que en él se entrelazaban en perfecta unión; toda una vida dedicada a la búsqueda y la difusión del diálogo entre Oriente y Occidente. Ese era el último de una trayectoria llena de premios y reconocimientos. Antes habían llegado otros doctorados honoríficos en otras universidades españolas y extranjeras (de Italia y Alemania), la Medalla de la Presidencia de la República Italiana, el premio Casa Asia del diálogo entre Oriente y Occidente, las condecoraciones Creu de San Jordi, de la Generalitat de Catalunya, y la Chevalier des Arts e des Lettres del gobierno francés y un largo etcétera que nos sirven ahora para dar una idea de la dimensión y la importancia del filósofo y teólogo catalán en nuestra historia del pensamiento más reciente.
Hijo de madre española y católica y de padre indio e hindú, su vida y su filosofía se empaparon de ambas culturas, que fueron desarrollándose en él íntimamente mezcladas
Dos culturas perfectamente entrelazadas
“Raimon Panikkar es un hombre de un recorrido existencial e intelectual largo, rico y fuera de lo común por las múltiples dimensiones de su existencia”, opina Victorino Pérez Prieto, teólogo, filósofo y profesor, autor de varios libros sobre Panikkar: Más allá de la fragmentación de la teología, el saber y la vida: Raimon Panikkar (editado por Tirant lo blanch); Diccionario panikkariano y Dios, Hombre, Mundo: la trinidad en Raimon Panikkar (ambos publicados por la editorial Herder).
Panikkar fue, es, una de las figuras más importantes del pensamiento intercultural e interreligioso. De nacimiento le vino la fusión; luego, la decisión de ser un pensador universal fue propia. Nació hace ahora 100 años, el 3 de noviembre de 1918, en Barcelona. Su origen occidental empezó a entretejerse desde la cuna con sus raíces orientales. Hijo de madre española y católica y de padre indio e hindú, su vida y su filosofía se empaparon de ambas culturas, de las dos sociedades y las dos religiones, que fueron desarrollándose en él íntimamente mezcladas. Con los años se fueron ampliando. “Cuanto más nos atrevemos a caminar por nuevos senderos, más necesitamos estar enraizados en la propia tradición y abiertos a las demás, que nos advierten que no estamos solos y que nos permiten alcanzar una visión más amplia de la realidad”. La búsqueda de esa visión más amplia la persiguió Panikkar toda su vida. Vivió en muchos lugares distintos del planeta: Europa, América, Asia… “Me marché cristiano, me descubrí hindú y regreso budista, sin haber dejado de ser cristiano”, dijo al volver de la India, país que visitó por primera vez en el año 1954 y le cautivó, y con el que mantuvo una relación de 30 años.
En los 91 años largos que vivió, Panikkar fue muchas cosas y todas en profundidad. Su vida dio mucho de sí y en su obra dio mucho de sí. Su pensamiento conjuga dúos aparentemente contradictorios que al pasar por él se convierten en parejas armónicas de ninguna manera excluyentes: ciencias y letras, la obra científica y la obra humanista, Oriente y Occidente, el mundo religioso y el seglar, modernidad y contemplación…
“Cuanto más nos atrevemos a caminar por nuevos senderos, más necesitamos estar enraizados en la propia tradición y abiertos a las demás”
Filosofía, ciencia y fe
Se ordenó sacerdote en 1946. Conoció a José María Escrivá, el fundador del Opus Dei, y entró en la orden, de la que años después dejaría de formar parte. Se doctoró en Química, en Filosofía y en Teología. Fue profesor en diferentes universidades europeas, americanas e indias. Fue miembro de la Comisión de la UNESCO para el diálogo intercultural y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, organismo vinculado a la revista Arbor, que Panikkar fundó. Filosofía, ciencia y fe de la mano. “La fe no es una ideología –opinaba Panikkar–. No se puede expresar en conceptos, es una experiencia, se ha de vivir. Yo comprendo perfectamente a aquellos que son ateos. Si yo no hubiera descubierto el núcleo místico del cristianismo, sería uno de ellos. Las iglesias dan un mal ejemplo”. Para el pensador y teólogo catalán, la mística no es un privilegio de unos pocos, sino una dimensión antropológica fundamental. La auténtica mística, opinaba, no deshumaniza, sino que nos hace ver que nuestra humanidad es más que pura racionalidad.
¿Cuál ha sido la aportación de Panikkar al pensamiento? El pluralismo y la interculturalidad como fundamentos de la comprensión entre los pueblos y el diálogo como única vía hacia la armonía entre las culturas. Para Panikkar, ninguna religión goza del monopolio de la Religión. Él distingue entre religión y religiones, y subraya la ambigüedad de la palabra «religión», que en singular representa la apertura del hombre al misterio de la vida y en plural se refiere a las diferentes tradiciones religiosas. Raimon Panikkar invita a las diferentes religiones a hacer una revisión crítica y un esfuerzo por construir juntas la religión del futuro, que no es la unidad de las religiones, sino su armonía. Para ello, es necesario redescubrir una de las tareas fundamentales y permanentes de la religión (y de la laicidad, entendida como secularidad sagrada): la de ayudar al hombre a alcanzar su plenitud. Este pensamiento lo recogió en sus libros.
“La fe no es una ideología. No se puede expresar en conceptos, es una experiencia, se ha de vivir»
“Escribir es para mí vida intelectual y también experiencia espiritual. Me permite profundizar el misterio de la realidad”, dijo el filósofo catalán. Sus Obras completas están al alcance de todos publicadas por Herder. Son hasta la fecha siete volúmenes que Panikkar, junto a su colaboradora Milena Carrara, seleccionó a partir de escritos que originariamente fueron publicados en diferentes años y diferentes lenguas. “Estas Obras completas comprenden un lapso de cerca de 70 años durante el cual me he dedicado a profundizar en el sentido de una vida humana más justa y plena –explicó el propio Raimon Panikkar–. No he vivido para escribir, sino que he escrito para vivir, de una forma consciente, y para ayudar a mis hermanos con pensamientos surgidos no solo de mi mente, sino de una Fuente superior que bien puede llamarse Espíritu –aunque no pretendo que mis escritos sean ‘inspirados’–. No creo, sin embargo, que seamos mónadas aisladas, sino que cada uno de nosotros es un microcosmos que refleja e influye en el macrocosmos de toda la realidad, tal y como lo han creído la mayor parte de las culturas”. Estas Obras completas, que se agrupan por temática, no cronológicamente, son siete décadas de trabajo y pensamiento perfectamente clasificado y organizado que da como resultado un magnífico corpus filosófico.
“La vida es riesgo; la aventura es novedad radical; la creación se produce todos los días, algo absolutamente nuevo e imprevisible”. Hermano mayor del también filósofo y escritor Salvador Pániker (Panikkar adaptó su apellido original, y su nombre, Raimundo), Raimon era, según palabras de Francesc Arroyo en El País, el “teólogo de la disidencia, un pensamiento en constante oposición”. Vivió y pensó buscando el diálogo, el entendimiento y el acuerdo, “entre los hombres y también entre los dioses, si acaso existen”.
«No he vivido para escribir, sino que he escrito para vivir, de una forma consciente, y para ayudar a mis hermanos con pensamientos surgidos no solo de mi mente, sino de una Fuente superior que bien puede llamarse Espíritu»
“Mi aspiración no consiste tanto en defender mi verdad como en vivirla”, dijo. La vivió y la escribió. Publicó más de 50 libros en varios idiomas y cientos de artículos sobre filosofía de la religión, teología, filosofía de la ciencia, metafísica e indología. En ellos propuso temas muy diversos: el diálogo entre las religiones, la convivencia pacífica entre los pueblos, la reflexión sobre el destino de la civilización tecnológica, el alcance de la inteligencia política y social…
En el año 1982 regresó a la tierra donde nació. Panikkar se estableció definitivamente en Tavertet, un pequeño pueblo en el prepirineo catalán, en Barcelona, y allí continuó con su experiencia contemplativa y filosófica hasta su muerte, el 26 de agosto de 2010. Punto y final a una larga vida que dejó tras de sí un pensamiento permanente. Al fin y al cabo, como recuerdan desde la web de la Fundació Vivarium, creada por el propio Panikkar para la difusión de sus escritos y de su imagen, el filósofo catalán siempre deseó que su vida privada no fuera objeto de curiosidad; lo que quería dejar a la posteridad, decía, eran sus intuiciones intelectuales.
Dos citas para profundizar en el pensamiento de Panikkar
Una en San José de Costa Rica, los días 18 y 19 de octubre; la otra en Bogotá, Colombia, el 23 y el 24 de este mismo mes de octubre. Dos importantes congresos iberoamericanos sobre Raimon Panikkar que, como homenaje al cumplirse los 100 años de su nacimiento, permitirán analizar y difundir la aportación a la historia del pensamiento de uno de los grandes, su legado filosófico, teológico y espiritual. Son el colofón a un año de actos dentro y fuera de su Cataluña natal (jornadas en Granada y Sevilla, en Londres, Cambridge, Salzburgo, Milán, Roma, Florencia, Venecia…).
En Costa Rica estarán los españoles Victorino Pérez (filósofo y teólogo), Javier Melloni (jesuita, teólogo y antropólogo) y el teólogo José María Vigil, y el colombiano doctor en Teología José Luis Meza, entre otros muchos.
Al Simposio Iberoamericano Panikkar 100 años en Colombia, que se celebrará en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, acudirán estudiosos de Panikkar de Cataluña y otros lugares de España, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y México: además de Melloni, Meza y Victorino Pérez, que estarán también en este evento, el editor y doctor en Filosofía e Historia Raimund Herder, el antropólogo boliviano Nelson Gutiérrez Rueda, desde Chile la doctora en Filosofía Jéssica Lorena Sepulveda, y otros expertos. El objetivo de este congreso es favorecer un encuentro entre estudiosos de la obra de Raimon Panikkar y difundir su pensamiento en todos los países iberoamericanos desde los principios que él mismo propuso: el diálogo, la armonía, la pluralidad y el encuentro con el otro como una parte de mí.
Para saber más… Panikkar sigue vivo
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