El término «transhumanismo» fue acuñado en 1927 por el británico Julien Huxley, biólogo y eugenista –quien estudia y aplica las leyes biológicas de la herencia para el perfeccionamiento del ser humano–, para denominar la creencia, novedosa entonces, de que el ser humano posee la capacidad de trascenderse a sí mismo. ¿Qué significa esto? Que el ser humano puede lograr tener un papel activo en su propia evolución como especie. Como explica Antonio Diéguez en Transhumanismo: la búsqueda tecnológica del mejoramiento humano, el discurso transhumanista es aquel que nos dice que la ciencia ficción no es ya, como antaño, un simple género literario o cinematográfico, sino algo real. Nos dice, básicamente, que la ciencia será capaz en no demasiados años de poner a nuestro alcance cosas que hoy nos parecen cosa de la imaginación.
Una filosofía futurista
El transhumanismo es el conjunto de filosofías que buscan guiarnos hacia una condición posthumana. En esencia, es muy similar al humanismo del siglo XIV y XV, pues tiene un gran respeto por la razón y la ciencia; un fuerte compromiso con el progreso y la idea de que la vida, aquí en la Tierra (más que en el “más allá”), es digna de aprecio. ¿Cuál es la diferencia entonces? Mientras que el humanismo confiaba en los refinamientos culturales y educativos para hacer mejor a la humanidad, el transhumanismo busca otro modo: mediante la tecnología. Ese es el fin perseguido: que el ser humano logre superar sus límites biológicos por medio de la técnica.
El transhumanismo es el conjunto de filosofías que buscan guiarnos hacia una condición posthumana, que logremos superar nuestros límites biológicos por medio de la técnica
Hasta ahora, al igual que cualquier otra especie, los humanos hemos tenido que comportarnos pasivamente frente al proceso evolutivo darwiniano. Nos hemos visto constreñidos por nuestra naturaleza (si es que la tenemos como tal), por las normas que regulan nuestra vida. El transhumanismo es el movimiento que se pregunta al respecto: ¿por qué?
Deja un comentario