Poeta, ensayista, licenciado en Filosofía y Letras, profesor de Literatura Española, catedrático y actual director del Instituto Cervantes. La vida de Luis García Montero ha estado siempre empapada de cultura. Gran lector, como todo buen escritor, la filosofía, a la que se asomó por curiosidad, lo atrapó porque «el pensamiento literario es indisoluble del pensamiento en general», dice.
1 ¿Por qué se acercó usted a la filosofía?
Me acerqué por curiosidad. Como lector siempre me pareció una parte fundamental de las humanidades. Autores como Unamuno, Gracián, etc. son creadores y pensadores. Me di cuenta de que el pensamiento literario es indisoluble del pensamiento en general.
2 ¿Cree que ese interés repercute de alguna manera en su profesión o en su forma de ser?
Indudablemente. No se puede explicar la idea de la poesía de vanguardia o pura sin Ortega y Gasset, ni la literatura de Moratín sin la filosofía ilustrada, ni la medieval sin la escolástica. En mi formación personal la lectura de la filosofía de Kant, Marx Hegel o Diderot han ido formando mi personalidad. De hecho, uno de mis referentes fundamentales es Diderot.
3 ¿Qué libro filosófico le ha marcado y por qué?
La paradoja del comediante, de Diderot. Me sirvió para mirar el pensamiento ilustrado con la conciencia de la escritura. Sentí que la idea del teatro va unida a las ideas de la representación del Estado y eso perfiló mi pensamiento poético en su dimensión social. Más que los contenidos, creo que la dimensión social de la literatura tiene que ver con las formas de representación.
4 ¿Qué idea o pensamiento suyo debería materializarse, no tardando mucho, por el bien de la humanidad?
Lo más poético que hay es el dinero. Tomarse en serio esto tiene consecuencias: no separar la economía de su dimensión humana, no dudar que la inversión en cultura y educación es imprescindible para una sociedad digna.
5 ¿Qué idea comúnmente establecida en la sociedad debería desaparecer, no tardando mucho, por el bien de la humanidad?
Que es bueno que bajen impuestos. Esa demagogia política va en contra de la visión de igualdad, libertad y fraternidad que tiene el estado democrático.
6 ¿Qué pensador actual le interesa particularmente y por qué?
He aprendido mucho de mis conversaciones con Emilio Lledó y he leído mucho a Edward Said. Y a Carlos Fernández Liria y Ángel Gabilondo.
7 ¿Una frase que le represente?
Un romántico ilustrado.
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