En este trabajo intentamos explicar el modo en que la hermenéutica analógica ayuda a proponer una idea de diálogo entre universos culturales distintos y hasta la constitución de una identidad cultural vinculante. Lo haremos en dos partes. Primeramente haremos alusión a un estudio que nos parece muy importante para mostrar cómo un instrumento pedagógico expresa la pretensión de poner en diálogo dos culturas distintas, y cómo ese instrumento, fruto y expresión de la cultura, hace notar que la misma cultura es susceptible de estudio hermenéutico analógico; en segundo lugar, comentaremos tres funciones de la hermenéutica cuando se incorpora a ella la analogía, funciones que Mauricio Beuchot nos hace notar en uno de sus últimos trabajos, y que nos sirven para estudiar las relaciones culturales más allá del mero reconocimiento, como propone el multiculturalismo de Ch. Taylor, alcanzando una aceptación de la semejanza por medio de la analogía, lo que me permite apuntar que, en el entorno de la pluralidad cultural, es posible una identidad cultural referencial que puede permitir el diálogo entre culturas.
Por Arturo Mota Rodríguez, Universidad Anáhuac México
Breve análisis hermenéutico de un instrumento pedagógico para la interculturalidad
Uno de los trabajos más sobresalientes en el estudio de las relaciones culturales con un sentido de identidad es, sin duda, el trabajo de tesis doctoral de Justino Cortés Castellanos, Estudio introductorio y desciframiento del catecismo en pictogramas de Fray Pedro de Gante, investigación con la que obtuvo el grado de Doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca, y que fue publicada por la Fundación Universitaria Española de Madrid en 1987, con motivo de la proximidad del V Centenario del Descubrimiento de América. Esta valiosa investigación nos revela la naturaleza pedagógica de un instrumento que intentar armonizar valores de dos universos culturales distintos, poniéndolos en diálogo, «haciendo un esfuerzo notable para expresar verdades evangélicas bajo modos de raigambre mexicana»; y logrando, por lo mismo, la constitución de una cierta iconicidad referencial de ambos mundos, conformando hasta cierto punto una nueva identidad.
El Catecismo en Pictogramas es un instrumento pedagógico de interculturalidad susceptible de análisis hermenéutico, si tomamos en cuenta su naturaleza lingüística. El Dr. Cortés Castellanos nos enseña la pretensión de Fray Pedro de Gante de armonizar dos diferentes interpretaciones del mundo, en un trabajo que puede ser tomado como un esfuerzo muy importante de traducción. De este modo, la interculturalidad sería un modo de traducción. Expliquemos esto. Según Eric Havelock, la escritura es el medio por el que se codifica, registra, acumula y transmite la información de la que dependen el aprendizaje y la realización efectiva de las formas específicas en que una sociedad interpreta al mundo. La escritura es, por tanto, la síntesis y expresión de una cultura, y también de su identidad. En este sentido, cuando compartimos una lengua, compartimos una visión del mundo, porque compartimos símbolos particulares que asumen una significación del mundo en que se vive, se piensa y se siente. Por eso es difícil el ejercicio de traducción, porque es un intento de acercar un mundo a otro mundo. Así lo expresa el Dr. Ángel María Garibay, en su introducción a Las once comedias de Aristófanes, traducidas por él directamente del texto griego:
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