¿Cuál es el principal reto de la filosofía, o sus principales retos, en estos tiempos de zozobra, inseguridad e incertidumbre en todo el mundo?
Jaime Santamaría. Filósofo colombiano
Jaime Santamaría es filósofo, profesor de la Universidad del Norte en Barranquilla (Colombia) e investigador de REC-Latinoamérica, la Red de Estudios Críticos de Latinoamérica y El Caribe.
«El covid nos ha llevado a pensar en el límite y sin muchas seguridades. La filosofía, creo yo, tiene tres retos hoy en este contexto apremiante:
1. Cambiar su modo de comunicar. Tendrá que salir de un lenguaje especializado (a veces, en extremo) dirigido a un grupo de expertos y apoyarse en nuevos medios de comunicación. Llegar a un grupo cada vez más amplio y plebeyo que reclama filosofía. Cada vez más, hay personas con preguntas éticas, preguntas políticas, preguntas estéticas y, por supuesto, preguntas sobre el conocimiento y la realidad.
2. La filosofía debe ser más cotidiana. Debe volver a su vocación primera (muy griega) que transcurre en lo más cotidiano y simple de la vida misma. Soy profesor de ética y mis estudiantes tienen preguntas con respecto al amor, sus familias, el futuro, las instituciones, el cuerpo, la vanidad, etc. Pero no son problemas abstractos, son problemas cotidianos y reales: ¿qué hago con mi novia o novio?, ¿cómo pienso el asunto del empleo?, ¿por qué debo ser bueno?, etc. Las abstracciones los ahuyentan, quieren pensar pero en términos cercanos e inmediatos.
«La filosofía debe volver a su vocación primera que transcurre en lo más cotidiano y simple de la vida misma. Tendrá que salir de un lenguaje especializado y apoyarse en nuevos medios de comunicación, llegar a un grupo cada vez más amplio»
3. La filosofía debe tomar posición. No hay una razón ‘pura’ que no se vincule con un contexto histórico y geográfico. Desde Latinoamérica somos cada vez más los que insistimos en hacer un ejercicio que tome posición. Yo hago filosofía pensando en la historia del Caribe colombiano; pienso los modos de dominación y exclusión, los legados de violencia, los problemas de la cultura, etc. Hago filosofía desde un lugar y eso me pone una impronta específica. En el fondo, ‘tomar posición’ también es asumir posturas políticas, éticas, morales en ese contexto».
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