¿Para qué valen los días de…?
Para recordar la importancia de lo que se celebra y concienciar. Hoy le toca a la filosofía. Al establecer este día, la UNESCO quiso subrayar el valor perdurable de la filosofía para el desarrollo del pensamiento humano, para cada cultura y para cada individuo. Muchos de los que no piensan en ella ningún otro día del año, hoy quizá se paren unos minutos a saber qué les puede ofrecer y para qué sirve la filosofía, si es que tiene que servir para algo. Y los que pensamos en ella y vivimos con ella a diario celebraremos que puede y debe formar de la vida cotidiana de la gente.
¿Que es la filosofía según verdaderos expertos en la materia?
Victoria Camps
Filósofa española, catedrática emérita de Filosofía moral y política de la Universidad Autónoma de Barcelona (1941)
“El papel de la filosofía y de los filósofos en la sociedad de hoy es ayudar a hacer preguntas, plantear correctamente los problemas, dar razones de las decisiones que hay que tomar. En pocas palabras, ayudar a pensar”.
Darío Sztajnszrajber
Filósofo argentino (1968)
“La filosofía como amor al saber es más amor que saber. O en todo caso es un amor que rompe todo contrato, acuerdo, ley. Todas figuras de un orden que se presenta como natural, normalizando una realidad que por infinita no puede tener centro, ni alambradas conceptuales, ni administración. No se puede administrar el deseo, o deja de ser deseo para ser aquello que creemos que es deseo y por ello suponemos que tiene resolución. Pero la filosofía no resuelve problemas, los crea. No formula preguntas para encontrar sus respuestas, sino que parte de las respuestas instituidas para desmontarlas con su batería de preguntas. En especial con su pregunta predilecta: ¿por qué? La pregunta infantil, la pregunta sin sentido. La pregunta por el porqué del porqué del porqué, y así al infinito para resquebrajar la idea de un orden de lo real, para resquebrajar”.
“El papel de la filosofía y de los filósofos es ayudar a pensar”. Victoria Camps
Emilio Lledó
Profesor de Filosofía español (1927), en La filosofía hoy
“La filosofía fue fruto de una curiosidad de los seres humanos al tomar conciencia de que podían pensar el mundo y decirlo; al darse cuenta de que las palabras significaban cosas, ideas, sentimientos, deseos; una forma de amor por interpretar lo que vivíamos, por entender la historia, que consistía en ver y dar testimonio de lo visto (…). Y eran las preguntas más que las respuestas las que se deslizaban por el surco del tiempo (…) La filosofía hoy es siempre la misma: la iluminación que la sabiduría, la inteligencia y la ética, o sea, los ideales del hombre decente, del hombre real, sean capaces de llevar a cabo (…). La filosofía fue desde sus comienzos un apego, una tendencia, una amistad, por entender, por sentir. Una apertura hacia el futuro de la vida”.
Adela Cortina
Filósofa española, catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación Étnor (1947)
“La filosofía es una necesidad. Toda sociedad que quiera ser culta y construir su vida de forma razonable debe recurrir a esta rama del conocimiento cuya tarea es saber cuáles son sus fundamentos y hacia dónde se encamina”.
Fina Birulés
Filósofa española, profesora de Filosofía en la Universidad de Barcelona (1956)
“Hay quien ha dicho que la filosofía es el arte de formar, inventar, de fabricar conceptos; los conceptos son centros de vibraciones de nuestra red discursiva y la tarea de quien se dedica al pensamiento es tratar de despertar un concepto dormido, representarlo de nuevo en un escenario inédito. Pensar es salir del círculo trazado, interesarnos por lo no dicho, atrevernos a ir más allá y, con ello, descubrimos una de las formas de movernos libremente en el mundo. De nuestra capacidad de pensar, de valorar afirmativa o negativamente lo que ocurre, de especular sobre lo desconocido o lo incognoscible, dependen, en última instancia, los principios a partir de los cuales juzgamos o actuamos.
A la pregunta ¿para qué sirve el pensamiento filosófico? no cabe ya contestar con aquello de que su grandeza radica en el hecho de que no sirve para nada, porque esto sería una muestra de coquetería o directamente de mala fe. Quizás tratar de responder reflexivamente nos obliga a interrogarnos sobre el concepto de ‘utilidad’, su lugar en nuestras redes conceptuales y su estatuto de criterio único de valoración en nuestro mundo”.
“La filosofía es una necesidad. Toda sociedad que quiera ser culta y construir su vida de forma razonable debe recurrir a ella». Adela Cortina
Michael J. Sandel
Filósofo estadounidense, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2018 (1953)
«Me dejé seducir por la filosofía y todavía no me he recuperado (…). Lo que me atrajo de la filosofía no fue su abstracción, sino su carácter ineludible y la luz que arroja sobre nuestra vida cotidiana. Entendida de esta manera, la filosofía pertenece no solo al aula, sino a la plaza pública, donde los ciudadanos deliberan sobre el bien común. Dondequiera que viajo siento un gran interés por el debate público sobre cuestiones importantes, preguntas sobre la justicia, la igualdad y la desigualdad, sobre la historia y la memoria, sobre lo que significa ser ciudadano».
Marina Garcés
Filósofa española, profesora de la Universitat Oberta de Cataluña (1973), en Filosofía inacabada.
“La filosofía es la manía de algunos, que sin embargo necesariamente incumbe a todos (…). No es nada si se la aísla. No está encerrada en sus obras ni encapsulada en la oferta académica ni en el conjunto de profesiones que supuestamente se ocupan de la filosofía. Es una práctica de vida que desplaza los límites de lo que es visible y pensable en cada tiempo y para cada contexto histórico y social, a partir de la pregunta por una verdad que debe ser buscada con el pensamiento. No es una actividad gratuita u ociosa. Es un exceso, sí, y en este sentido un lujo, pero su exceso tiene que ver con un vacío y con un deseo: el de la imposibilidad de colmar de sentido y de orientación la existencia humana. De esa imposibilidad de unidad y de inmediatez emerge el deseo de una verdad que oriente a la vida, de un saber que a la vez sea capaz de proponer un modo de vida”.
“La filosofía incumbe a todos. No es nada si se la aísla. No está encerrada en sus obras ni encapsulada en la oferta académica ni en el conjunto de profesiones que supuestamente se ocupan de ella. Es una práctica de vida». Marina Garcés
Javier Gomá
Filósofo español y director de la Fundación Juan March (1965)
“La ‘filosofía mundana’ es la que es capaz de decir algo al corazón de la persona que vive de una manera consciente, alguien con sensibilidad hacia el mundo, hacia el problema de nacer, morir, envejecer… Si no, no es Filosofía, sino Historia de la Filosofía, que es lo que encontramos bajo esa etiqueta en las facultades, en las librerías… y que está muy bien, pero no es Filosofía. Si tú pactas con la Filosofía, pactas con la emoción inherente en un Platón que se deja llevar por el Eros; en Descartes, cuya gran obra es una especie de cuento autobiográfico, o en Nietzsche o Heidegger, cuya emoción en Ser y Tiempo se siente en cada párrafo”.
Amelia Valcárcel
Filósofa española, catedrática de Filosofía Moral y Política en la UNED, Universidad Nacional de Educación a Distancia (1950)
“La filosofía se produce siempre. Buena o mala. Es urgente ponerse a la altura de los tiempos puesto que ella misma no es otra cosa que el tiempo captado por el pensamiento (…). Aire y espacio para hablar: filosofar no es tarea de todos, pero es sin embargo un producto que se hace en común. Tiene que estar presente. La filosofía es gimnasia. Y danza. Necesita mucha práctica (…). El objetivo de la filosofía es algo más modesto que el objetivo clásico de comprenderlo todo. Podría ser entender la mayor parte de la realidad para hacerla accesible a la mayor cantidad de gente. Sin mentir”.
José Luis Pardo
Filósofo español, catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid (1954)
“La sociedad siempre es vieja, la filosofía siempre es joven, me dijo el profesor Michel Serres hace unos cuantos años. Yo creo que sigue siendo así. Nuestra sociedad está cada vez más cansada, más envejecida ideológicamente, menos esperanzada, pero la filosofía está como nueva. (…) Si, con todo, la filosofía está más tranquila que otros en esta situación es porque nunca sirvió para ganar dinero, que es lo que hoy nos preocupa principalmente. Pero aunque haya gobiernos miopes, épocas miserables y hasta países entregados a la mezquindad creo que la filosofía saldrá de esta, como ha salido de otras peores”.
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