El Lejano Oriente y su función emancipadora
El proyecto emancipador de Byung-Chul Han podemos rastrearlo desde sus textos sobre el Lejano Oriente. En 2002, Han publicó Filosofía del budismo zen, un texto que, en apariencia, desentonaba con sus escritos publicados hasta el momento, los cuales estaban basados en su tesis doctoral y su examen de ingreso a la docencia, junto con una introducción sobre el pensamiento de Heidegger.
Este libro sobre el budismo inauguraría un interés que se vería reflejado en dos de sus obras posteriores: Ausencia y Shanzhai, junto con aquel pequeño escrito sobre Hegel y el budismo. Del mismo modo, el pensamiento y las reflexiones sobre el Lejano Oriente (concepto que en la práctica abarca múltiples países, pero que Han reduce principalmente a China y Japón) y el budismo estarán presentes a lo largo de su obra. Constituyen un elemento importante para comprender su proyecto emancipador, ya que, como dice él mismo en una entrevista, «si se compara mi pensamiento con una fruta, la cáscara y la pulpa son de alemán romántico. Pero el hueso, no, el hueso es una fruta exótica».
Y es que esta «fruta exótica» no es otra que la propia cultura del Lejano Oriente. La investigación que presenta en Filosofía del budismo zen es un estudio comparado, el cual da un espacio para una interpretación multicultural en la que el Lejano Oriente y la Europa Occidental dialogan en un estudio paralelo. La idea de Han en dicho libro es mostrar las obsesiones teóricas de Europa Occidental, así como las distancias con una cultura que aún hoy es ajena al mundo de la filosofía:
«La ‘filosofía del budismo Zen’ se alimenta de un ‘filosofar sobre’ y ‘con’ el budismo Zen. Tiene que desarrollar conceptualmente la fuerza filosófica que le es inherente. Sin embargo, esta empresa no carece de problemas. Las experiencias del ser o de la conciencia, en relación con las cuales trabaja la praxis budista, no pueden encerrarse por entero en un lenguaje conceptual. Pero la ‘filosofía del budismo Zen’ intenta superar esta indigencia lingüística recurriendo a ciertas estrategias de sentido y de lenguaje».
En este primer estudio sobre el Lejano Oriente, Han se centra en conceptos propios de la tradición del budismo, como el vacío, la afabilidad, la noción de Dios, la práctica religiosa oriental, etc., todos estos elementos van a ser claves que reflejarán cómo Han comprende no solo el papel del Lejano Oriente, sino la función de la religión dentro de su crítica. Este texto es de los primeros manuscritos en los que se otorga un papel fundamental a la vida espiritual en la estructura subjetiva del individuo.
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