Si bien la fama le llegó a Ayn Rand como novelista —tal y como demuestran los millones de copias que llevan vendidas hasta hoy El manantial y La rebelión de Atlas, entre otras—, al terminar su carrera literaria tomó la decisión de explicar al mundo cuál era el pensamiento que había guiado siempre su vida y la de sus personajes en la ficción. A esta filosofía la denominó objetivismo y es probablemente uno de los pocos movimientos filosóficos originales del siglo XX.
El pensamiento de Rand se sustenta en tres grandes patas: racionalidad, libertad y egoísmo. Tres elementos con los que esta mujer trataría de poner patas arriba el mundo de la filosofía.
Deja un comentario