Nietzsche es uno de los personajes más famosos e influyentes de la filosofía y buena parte de ese éxito viene de sus demoledoras máximas. Perfecto aforista, el filósofo alemán nos ha brindado algunas frases que han pasado a la posteridad, y no sólo en el pensamiento. A partir de una selección de sus citas, hacemos a continuación una guía rápida sobre su pensamiento y su aportación al mundo de las ideas.
1 Irracionalismo
«La cultura occidental está viciada desde su origen. Su error, el más pertinaz y peligroso de todos, consiste en instaurar la racionalidad a toda costa».
El ocaso de los ídolos
Uno de los principales fundamentos de la filosofía de Nietzsche es la negación de que el ser humano es un ser racional. Para él, por el contrario, es la irracionalidad su característica principal, de ahí que desprecie a casi todos los filósofos anteriores.
2 Consecuencias del racionalismo
«La ciencia ha sido hasta ahora un proceso de eliminar la confusión absoluta de las cosas mediante hipótesis que lo explican todo; un proceso originado en la repugnancia del intelecto por el caos».
La voluntad de poder
Cuando Nietzsche critica el racionalismo, ataca también sus consecuencias, como, en este caso, la ciencia. No la idea del conocimiento en sí, sino aquello que representa: la debilidad. El hombre necesita saber, investigar, conocer, etc. porque es un ser débil. No es capaz de aceptar el caos de la realidad. No es capaz de vivir sin certezas. Primero, usó a los dioses para explicar aquello que no conocía, y después, usó a la ciencia para dar un sentido racional a lo que le rodea. En ambos casos, se equivoca.
Uno de los fundamentos de la filosofía de Nietzsche es la negación de que el ser humano es un ser racional. Para él es la irracionalidad su característica principal
3 Críticas a los filósofos griegos
«No puede negarse que el error más grave, que jamás fue cometido, ha sido un error dogmático: la invención del espíritu puro y del bien en sí de Platón».
Más allá del bien y del mal
Nietzsche era contrario a la mayoría de los filósofos anteriores, pero tenía un punto clave de la historia en el que posar su odio: Sócrates. Desde él en adelante, se había desarrollado esa idea de que el ser humano es un ser racional, manteniéndose la misma durante milenios. Una idea que Nietzsche atacará siempre con saña.
4 Contra la religión
«Todos los conceptos de la Iglesia se hallan reconocidos como lo que son, como la más maligna superchería que existe, realizada con la finalidad de desvalorizar la naturaleza, los valores naturales; el sacerdote mismo se halla reconocido como lo que es, como la especie más peligrosa de parásito, como la auténtica araña venenosa de la vida…».
El anticristo
Probablemente uno de los sectores más criticados por Nietzsche es el de la religión, y fue la cristiana la que más sufrió sus ataques. Nietzsche proclamó que Dios había muerto y que los dogmas morales del cristianismo (pacifismo, tolerancia, amor fraterno, etc.) no son más que elementos falsos y manipuladores, fruto de una filosofía débil que trata, mediante dichos principios, de frenar y debilitar al fuerte, con quien de otro modo no puede competir.
Nietzsche proclamó que Dios había muerto y que los dogmas morales del cristianismo (pacifismo, tolerancia, amor fraterno, etc.) son falsos, fruto de una filosofía débil
5 Esclavitud moral
«¿Queréis que el hombre bueno, sea modesto, diligente, bienintencionado y moderado? A mí se me antoja el esclavo ideal».
La voluntad de poder
Esas ideas, supuestamente morales, son vilipendiadas por Nietzsche, que tratará de forjar una nueva visión del hombre en la que primen la fuerza y la determinación.
6 Inmoralidad de la ética tradicional
«El triunfo de un ideal moral se logra por los mismos medios inmorales que cualquier triunfo: la violencia, la mentira, la difamación y la injusticia».
La voluntad de poder
Gran parte del trabajo de Nietzsche se basa en demostrar que la mayoría de los principios que defiende la ética anterior a él son falsos. Nada más que meras palabras que están completamente alejadas de la realidad. Detrás de todo supuesto principio moral existe una idea vil. La moral tradicional ha de ser destruida para poder crear una nueva.
Nietzsche trata de forjar una nueva visión del hombre en la que primen la fuerza y la determinación
7 El freno moral al hombre
«La religión ha degradado el concepto del hombre; su consecuencia es la noción de que todo lo bueno, grande y verdadero es de naturaleza suprahumana y sólo se alcanza por obra de la gracia (…) El cristianismo es una doctrina que predica la obediencia».
La voluntad de poder
Esta cita une ambos conceptos: por un lado, la maldad intrínseca del cristianismo y su ideal moral; por otro, la negación de lo que esa misma entiende que es grande y virtuoso (clemencia, caridad, altruismo, pacifismo). El cristianismo y su código es un freno para el hombre, que le impide llegar a su máximo potencial.
8 La virtud del egoísmo
«¡Cómo pudo enseñarse a despreciar los instintos primordiales de la vida e inventarse un alma, un espíritu, para ultrajar el cuerpo! ¡Cómo puede enseñarse a concebir la premisa de la vida, la sexualidad, como algo impuro! ¡Cómo puede buscarse en la más profunda necesidad vital, en el egoísmo estricto, el principio del mal y, a la inversa, exaltarse el síntoma típico de decadencia, de contradicción de los instintos –el altruismo y el amor al prójimo (alterismo)–, como el valor superior!».
Ecce homo
Egoísmo es una palabra maldita aún hoy. Parece que nada peor puede hacer una persona que ser egoísta. Nietzsche califica de necio tales pensamientos. El hombre es naturalmente egoísta, y está bien que lo sea. Es su vida de la que ha de hacerse responsable, no pedir a los demás que vivan para él. Es él mismo quien ha de solucionar sus problemas y alcanzar sus sueños, sin lloriquear. Todo lo que nace de la naturaleza del hombre es bueno, y nada de lo que defiende el código impuesto podrá cambiar la realidad. Nietzsche odia el altruismo, la obligación moral de que uno sólo es bueno si renuncia a su propia vida para vivir para los demás. Un invento de los débiles para poder vivir a costa de los fuertes y brillantes.
Para Nietzsche, el hombre es naturalmente egoísta y está bien que lo sea. Debe hacerse responsable de su vida, no pedir a los demás que vivan para él
9 El superhombre
«El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, una cuerda sobre un abismo».
Así habló Zaratustra
Según Nietzsche, el hombre actual, con su moral decadente y débil, ha de ser superado. ¿Cuál es la meta? Convertirse en superhombre. Un ser con una moral nueva, poderosa. El superhombre determinará sus propios valores y vivirá de acuerdo a la realidad de su naturaleza. El superhombre tendrá virtudes como la fortaleza, la determinación, la pasión y la crueldad. No dará cuenta de sus actos a nada ni a nadie, porque será un líder que decidirá el qué, cómo y cuándo de todo aquello que ocurra en su vida.
10 La superación de la religión
«Os diré lo que es el superhombre. Es el sentido de la tierra. ¡Yo os conjuro, hermanos míos, a que permanezcáis fieles al sentido de la tierra y no prestéis fe a los que os hablan de esperanzas ultraterrenas! Son destiladores de veneno. Son despreciadores de la vida; llevan dentro de sí el germen de la muerte y están envenenados. La Tierra está cansada de ellos; ¡muéranse pues de una vez!».
Así habló Zaratustra
Para el filósofo alemán, la llegada del Superhombre será la muerte de la religión. Una vez que la humanidad comprenda que ellos son los que deciden su código de valores, que no han de responder ante ningún Dios y que no han de respetar el código moral con que los débiles tratan de dominarlos, todo cambiará. Y no habrá piedad para ellos. El Superhombre no muestra clemencia, que no es más que un vicio convertido en virtud por los débiles.
Un fenómeno cultural
Más popular que ningún otro filósofo de los últimos siglos, Nietzsche es una de las personalidades más influyentes de la historia. Su pensamiento traspasó el ámbito de la filosofía para filtrarse en la música, la literatura, el cine, la política y prácticamente en cualquier otro ámbito. Lo novedoso de su propuesta, unido a su nihilismo y sus frases lapidarias, han llamado la atención de buena parte del mundo desde hace dos siglos y hoy sus ideas siguen de plena actualidad.
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