Pensar en la ciudadanía hoy es pensar en las enormes desigualdades que este mito genera. El migrante y el refugiado son solo dos ejemplos del tipo de exclusión que generan los dispositivos de la ciudadanía, pero existen otros.
La ficción de la ciudadanía, escribe Irene Ortiz Gala en su libro El mito de la ciudadanía, no solo la vemos en los casos límite, sino que forma parte del normal funcionamiento de nuestras sociedades. Los principios en los que se sustenta, la sangre como herencia familiar y el suelo como arraigo a una tierra, no son nuevos: llevan presentes en la cultura occidental desde las antiguas Grecia y Roma.
Con un ejercicio de precisión y claridad, Irene Ortiz, doctora en Filosofía, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y directora filosófica de FILOSOFÍA&CO, expone en su libro cómo funcionan estos dispositivos. Hablamos con ella sobre esto y cómo se actualizan a la luz de eventos como el rearme militarista en Europa o Palestina.
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