Las mujeres que hoy formamos parte de las universidades lo hacemos gracias a las luchas de otras mujeres que durante siglos se enfrentaron a la discriminación y la exclusión de su saber y trabajaron incansablemente por su reconocimiento. Esas luchas, además de hacer patente nuestra responsabilidad histórica en la construcción de una universidad feminista, han generado en nosotras el deseo de escribir sobre las formas de conocimiento que quedaron en los márgenes de la historia. Deseamos ser eco de algunas de las voces del saber acalladas a lo largo de la historia.
En este dosier no nos proponemos hacer una historia del conocimiento producido por mujeres, pero sí señalar momentos clave de la historia que nos permitan recuperar la riqueza de los saberes que quedaron relegados y marginados por los discursos patriarcales y cientificistas dominantes. Deseamos revisar y repensar aquellos saberes que no excluyeron la experiencia estética, la interpretación y la experiencia subjetiva.
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