El trono vacío de Tukulti
En el año 1230 a. C, el tirano asirio Tukulti-Ninurta I mandó construir un altar de piedra completamente distinto a cualquier otro esculpido con anterioridad. En la parte frontal del bajorrelieve, Tukulti aparece representado en dos posiciones sucesivas: la primera vez está de pie, mientras se acerca al trono de su dios; la segunda lo vemos de rodillas, sosteniendo un cetro y vestido con la túnica de flecos que todavía llevaban sus sucesores neoasirios.
Podemos reconstruir el movimiento con la mirada gracias a la composición cinematográfica del cuadro. Aunque no fuera común, a nadie le hubiera sorprendido ver representado al monarca rezando, con sus dos manos perfectamente juntas, puesto que los reyes asirios podían reconocer su propia humildad ante los dioses. Lo extraño aquí es ver a Tukulti arrodillado, en una postura miserable, casi abyecta, impropia de un rey.
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