Mark Fisher (1968-2017) fue un referente del universo cultural británico de finales del siglo pasado y estuvo asociado a la teoría y la crítica musical. A pesar de su participación en la universidad, durante la etapa que va desde el año 2003 hasta 2017, Fisher participó de la democratización del uso de internet a través del blog k-punk, en el que mantuvo una conversación abierta con una comunidad no universitaria sobre diferentes manifestaciones de la cultura popular contemporánea.
Su filosofía está muy ligada a la cultura popular, tomándola radicalmente en serio y analizando los problemas que abre. También dedicó muchos esfuerzos a pensar las imposibilidades imaginativas del sistema capitalista, es decir, el aprieto imaginativo en el que nos sitúa el capitalismo, haciéndonos pensar que no existe otro sistema posible y que este es el mejor de los mundos imaginables. Como consecuencia, respiramos un aroma melancólico irrespirable, un aroma que nos martillea con que es más probable que veamos el fin del mundo que el fin del capitalismo.
Pero ¿cabe un uso político progresista y no reaccionario de la melancolía, un uso que pueda disputar las tendencias del reciente discurso autoritario y de la mala melancolía de cierto discurso crítico? Debemos insistir en el hecho de que, lejos de toda añoranza de un pasado idealizado, es la frustración por la falta de futuro y novedades culturales en su presente histórico lo que le lleva a Mark Fisher a plantear una de las nociones más conocida de su crítica teórica: la «hauntología» o «espectrología». Expliquemos esto con más detenimiento.
Deja un comentario