Suscríbete

F+ Las claves del pensamiento existencialista de Simone de Beauvoir

Más allá de «El segundo sexo», Simone de Beauvoir elaboró una forma de pensamiento que trasciende los marcos académicos convencionales. Escritora, filósofa y testigo de su tiempo, convirtió su propia vida en un proyecto existencial y político, con una filosofía situada, ética y afectiva.

0 comentarios

Ilustración de Simone de Beauvoir realizada por Dall.E 2 (el 23 de abril de 2025; licencia CC).

Ilustración de Simone de Beauvoir realizada por Dall.E 2 (el 23 de abril de 2025; licencia CC).

0 comentarios

«Hay que buscarse a una misma lo más cerca del paraíso».
Marguerite Duras

Simone de Beauvoir es conocida, sobre todo, por ser la autora de El segundo sexo. La celebramos como referente feminista y valoramos que —en ese impasse entre la primera y la segunda ola, en términos de la genealogía occidental, incluso anglosajona— publicara una obra rupturista que dotaría a la teoría feminista de herramientas antiesencialistas. Fue ella quien habilitó la posibilidad de pensar el género como una vivencia cultural no inherente ni a la genética ni a ninguna forma de condición innata.

Ahora bien, el marco de pensamiento desde el que Beauvoir formuló su célebre «no se nace mujer, se llega a serlo» ha sido atribuido con frecuencia a Jean-Paul Sartre. No se trata de negar la influencia que el filósofo ejerció sobre su pensamiento —ese gesto sería igualmente ingenuo—, sino de reconocer a Beauvoir como una pensadora existencialista de primer orden que dialogaba, sí, con Sartre o Merleau-Ponty, pero que sostenía una apuesta teórica propia. El objetivo de este artículo es exponer la singularidad de su pensamiento existencialista e iluminar la relación que establece con su literatura.

Para seguir leyendo este artículo, inicia sesión o suscríbete

Deja un comentario