«Había una vez un robot muy avanzado que podía pensar y razonar como los seres humanos, pero que no tenía sentimientos». Así comienza la fábula filosófica que nos narra Marcos Sorribas sobre un robot más inteligente que los hombres, pero sin emociones ni voluntad propia. ¿Qué puede aportar este robot a la humanidad, a las ciencias…? ¿Y a la filosofía, podrá aportar algo? En 2 minutos, Marcos nos plantea un interrogante muy interesante. Pensemos, pensemos…
¿Qué puede aportar un robot a la filosofía?
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