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Judith Butler: una revolución en los estudios de género

Judith Butler es una de las filósofas contemporáneas más influyentes. Ha realizado numerosos aportes al feminismo y es considerada una de las teóricas fundacionales de los estudios «queer». En «El género en disputa», una de sus obras clave, explora temas tales como la performatividad de género, la identidad sexual o la crítica al esencialismo sexual.

17 comentarios

Judith Butler

Judith Butler. Foto distribuida por Wikimedia Commons.

17 comentarios

Judith Butler se doctoró en Filosofía en 1978 y obtuvo una plaza como profesora en la Universidad de California de Berkeley en 1993. Entre esas dos fechas publicó las que hoy son algunas de sus obras más conocidas y discutidas, como El género en disputa (1990). Su pensamiento es de rabiosa actualidad en un contexto en el que la liberación sexual, la lucha por los derechos LGTB+ y el cuestionamiento al binarismo de género están a la orden del día de los debates filosóficos y políticos.

En los años previos a la publicación de El género en disputa, Butler ya cuestionaba que en la sexualidad hubiera algo esencial. En sus obras se pregunta cómo es posible, por tanto, que formemos una identidad sexual y cuál es el proceso por el cuál esto sucede.

Para la reflexión se sirve de los planteamientos del filósofo John Austin, quien había considerado la dimensión performativa del lenguaje; esto es, su dimensión creativa, como algo que no solo refleja el pensamiento, sino que lo crea y transforma el mundo. La dimensión performativa del sexo será uno de los asuntos clave de su pensamiento, que analizaremos en este artículo junto con otras cuestiones clave para entender su aporte a la filosofía.

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1 Una pensadora clave para el feminismo

Durante los años 60 y 70 del siglo XX, el feminismo conocido como de la segunda ola cuestionó el carácter individual del patriarcado y lo convirtió en un asunto global. El problema de las sociedades patriarcales no era, por tanto, la dimensión individual del agresor o de la víctima, sino que se consideró que existía todo un sistema de opresión a la mujer al que había que enfrentar.

Con el auge de otros movimientos sociales, el feminismo se nutrió de los enfoques del antirracismo, el ecologismo y el pacifismo, sin perder su vinculación con la lucha por el socialismo y el fin del sistema capitalista, como muestran las obras de Angela Davis, bell hooks o el Colectivo Combahee River. Esto le permitió tener una visión más global del capitalismo patriarcal, imperialista y racista e identificarlo como enemigo a combatir.

Durante los años 90 se desarrolló una nueva ola del feminismo. Basándose en las conquistas de derechos civiles alcanzadas durante los años precedentes, las feministas de la tercera ola hicieron hincapié sobre la diversidad y la interseccionalidad, desde una perspectiva más individualista.

Es en este contexto en el que surge el pensamiento de Judith Butler, una de las exponentes de la tercera ola del feminismo. En su obra trata de dar cuenta de la necesidad de seguir indagando en la diversidad humana en torno al sexo, desde el punto de vista de la experiencia individual. Butler contribuye, además, a descentrar el debate de la sexualidad de la opción que tenemos los seres humanos a la hora de relacionarnos y lo centra en la relación que tenemos con nosotros mismos y con nuestra autodeterminación.

2 Un enfoque interdisciplinar para el sexo y el género

Para Judith Butler, las investigaciones en torno al género no pueden ser solamente objeto de una disciplina. Entiende el feminismo como una amalgama de enfoques que configuran una visión más completa y no como un tipo concreto de estudios. Tampoco se trata de una disciplina meramente universitaria, sino que ha de ser un estudio de las prácticas concretas de las personas y de la vida cotidiana.

Sostiene que, cuando se piensa en la vida de las mujeres y de las personas disidentes de género, no se pueden obviar los aspectos relativos a la economía del momento, la situación política, la psicología, el trabajo concreto de esa persona y las cuestiones relativas a su sexualidad. Todas ellas contribuyen al estudio de género y se interrelacionan. Por eso, en su obra encontramos un estudio del género interdisciplinar que recoge elementos de la filosofía, la sociología, la economía y la psicología, entre otras.

La propuesta política de Judith Butler es de «igualdad radical», es decir, que vaya más allá de la lucha por la igualdad de las mujeres respecto de los hombres y acabe con toda desigualdad basada en el sexo y en el género.

Las investigaciones en torno al género no pueden ser solamente objeto de una disciplina. Butler no entiende el feminismo como un tipo concreto de estudios, sino como una amalgama de enfoques que configuran una visión más completa

3 Ni el sexo y género son categorías naturales

Portada de la nueva edición de "El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad", de Judith Butler, editado por Paidós.
El género en disputa, de Judith Butler, editado por Paidós.

En su obra, Judith Butler defiende que no es posible distinguir entre el sexo y el género. Mientras una parte del feminismo sostiene que el sexo es aquello que viene determinado por caracteres físicos (como los cromosomas o los genitales) y el género, la construcción social a posteriori en torno a la sexualidad, para la filósofa ambas cosas son construcciones sociales.

Además, defiende, la distinción entre sexo y género es útil a la justificación de un binarismo donde solo hay dos posibles determinaciones sexuales que se complementan, perpetuando el modelo opresivo heteronormativo y binario. Es necesario, sostiene, «desesencializar» ciertos conceptos dados y romper con las dicotomías que establecen.

4 El género se performa

Recogiendo la idea de «performatividad lingüística» del filósofo John Austin, el género se convierte, para Judith Butler, en un actuar. Consiste en una actuación conforme a las expectativas sociales que se inscriben en los cuerpos, de manera que el género no forma parte de lo que se es, sino que es algo que se hace.

No existe, para Judith Butler, un cuerpo sin género, porque todo cuerpo está siempre sexuado y tanto sexo como género son constructos sociales. El género se construye a través de la acción, el habla y los comportamientos. Los rasgos relativos al género están mediados por una estructura lingüística que consolida la impresión de ser una cosa u otra, como si nuestro género fuera una realidad interna «verdadera».

La producción y reproducción continua del género se realiza a través de normas y leyes controladas por los poderes instituidos, así como por otras prácticas informales que contribuyen a uniformar la identidad de género y a imponer una heterosexualidad obligatoria.

El pensamiento de Butler se enmarca en un idealismo, en el que se hace pasar el pensamiento y el lenguaje por praxis, y en el que la cuestión material en torno al género (por ejemplo, como es funcional al sistema económico capitalista porque sobreexplota a una parte de la población) se dejan de lado. Es tal vez por eso que en su propuesta política Judith Butler hablará más de resistir y de negociar con el poder antes que de combatirlo.

El género se construye a través de la acción, el habla y los comportamientos. Los rasgos relativos al género están mediados por una estructura lingüística que consolida la impresión de ser una cosa u otra, como si nuestro género fuera una realidad interna «verdadera»

5 La identidad es un devenir

La discusión en torno al género es, para Judith Butler, una discusión en torno a la identidad. Sus preguntas acerca de esta última categoría formaron parte de una reflexión más amplia de repensar al sujeto, un problema tradicionalmente filosófico. Es por este motivo que, de la concepción posestructuralista y performativa del género, Judith Butler sostiene que el individuo es una estructura lingüística en permanente formación.

La identidad, para Butler, no es única en cada ser humano. Existen múltiples identidades en una persona (por ejemplo, ella se entiende como mujer, pero también como estadounidense, como judía) y todas ellas forman parte del sujeto. Asumir solo una de ellas oprime al sujeto múltiple que somos. No hay necesidad de fijar una identidad, sino que hemos de aceptar el devenir que somos y que estamos en un proceso interminable de autodeterminación.

6 El cuerpo y el discurso

Cuestionar la base natural o esencial de sexo y género no implica, para esta filósofa, negar que existe un cuerpo, sino que consiste en concebirlo como un campo de relaciones. Esas relaciones contribuyen a su existencia.

Sin embargo, en la línea de la concepción idealista según la cual no hay un mundo si no es a través de la percepción humana (criticada por el ecologismo antiantropocéntrico o el marxismo, entre otros), Judith Butler considera que no hay acceso a la materialidad del cuerpo fuera del discurso y que, incluso así, no se puede acceder completamente a él.

7 Una filosofía de los excluidos

La reflexión en torno al cuerpo y su materialidad tiene una fuerte vinculación con la forma en que entendemos a las minorías y las poblaciones que han sido históricamente oprimidas, según Butler. Y es que tanto las mujeres como aquellas personas disidentes de género o no binarias son oprimidas porque su cuerpo no está socialmente reconocido, y se les condena a una marginación de su existencia.

Tanto la excesiva patologización (es decir, la asunción de que la disidencia es un «desorden psiquiátrico» o una enfermedad) como la violencia económica, los prejuicios e insultos, son formas de condenar a una parte de la población a vivir como «fantasmas». Retoma así Judith Butler el planteamiento de Michel Foucault en torno al poder: la educación, el derecho y las instituciones son formas de contener todo aquello que se salga de la «normalidad», esto es, de lo que conviene a los poderes.

Tanto las mujeres como aquellas personas disidentes de género o no binarias son oprimidas porque su cuerpo no está socialmente reconocido, y se les condena a una marginación de su existencia

8 Precariedad y vulnerabilidad

La noción de «precariedad» es fundamental en la obra de Judith Butler. Refiere a la incompletud del ser humano, su naturaleza como ser siempre inacabado. Es un sujeto siempre arrojado a lo externo a él, al otro, lo cual le vuelve un ser vulnerable y dependiente del resto.

Esta condición de precariedad expone al sujeto permanentemente al ataque, la violencia, el insulto y la exclusión y ve su condición de sujeto amenazada. Pero, desde otro ángulo, la precariedad no solo es un déficit o un signo de debilidad, sino que también puede serlo de fortaleza, porque cuestiona la ilusión de total autosuficiencia. Asumir nuestra precariedad es abrir la puerta a la ética y a la vida en común.

9 Estudios queer

La obra de Judith Butler se considera fundacional de los estudios o «teoría» queer. Un corpus de pensamiento surgido en los años 90 que por su propia naturaleza no constituye una escuela como tal, sino un ámbito de interés asociado a la academia en torno a los debates sobre la identidad y la liberación sexual.

Algunos de los autores y autoras son Eve Kosofsky Sedgwick, Teresa de Lauretis, Jack Halberstam o Lauren Berlant y sus influencias beben del psicoanálisis, el posestructuralismo y la obra de Foucault entre otras. Sus ámbitos de estudio no se limitan a lo filosófico; tratan de introducir una perspectiva queer que cuestiona el binarismo de género y el esencialismo sexual en disciplinas como el cine, la literatura o la psicología.

La obra de Judith Butler se considera fundacional de los estudios o «teoría» queer, un ámbito de interés asociado a la academia en torno a los debates sobre la identidad y la liberación sexual

10 La resistencia como estrategia política

El objetivo de la reflexión es, para Judith Butler, conseguir que «las vidas de las minorías de género y sexuales sean más posibles y más vivibles, que puedan moverse con libertad». Es decir, se trata de defenderse de un mundo hostil que oprime a las disidencias sexuales y las mujeres, de aliviar un sufrimiento derivado de la asignación de un género y de la discriminación asociada a esa asignación.

De nuevo la herencia de Foucault puede rastrearse en su obra. Para el francés, el poder no era algo atribuible a un estado o gobierno, sino que se encuentra siempre inscrito en las relaciones sociales y las torna relaciones de poder. Ante la imposibilidad de identificar a un enemigo, la única estrategia posible es la resistencia.

En la obra de Judith Butler, esta resistencia se muestra en forma de búsqueda de reconocimiento. Los sujetos oprimidos lucharían, así, por buscar visibilidad, empoderamiento individual y reconocimiento social y político, pero no por transformar las condiciones materiales de su vida (condiciones que obligan, por ejemplo, a una parte importante de las personas queer a trabajos muy precarios y a situaciones de prostitución). La lucha es, en palabras de Judith Buttler, continua y sin fin.

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Sobre la autora
Fotografía en blanco y negro de Irene Gómez-Olano, hecha por Natalia Lago. La fotografía muestra a una persona joven con el pelo negro corto, tipo "mullet", sin que le caiga por los lados. Mira a cámara con las cejas rectas y tiene una sonrisa ambigua en la cara.
Sobre la autora

Irene Gómez-Olano (Madrid, 1996) estudió Filosofía y el Máster de Crítica y Argumentación Filosófica. Trabaja como redactora en FILOSOFÍA&CO y colabora en Izquierda Diario. Ha colaborado y coeditado la reedición del Manifiesto ecosocialista (2022). Su último libro publicado es Crisis climática (2024), publicado en Libros de FILOSOFÍA&CO.

17 respuestas

  1. Avatar de JohnNieve33
    JohnNieve33

    Muchas gracias pero creo que se podría especificar un poco más su pensamiento porque lo necesito para un trabajo y no es que me quede muy claro.

    1. Avatar de Irene Gómez-Olano
      Irene Gómez-Olano

      Lamento que no te quedara claro. Si te apetece leer sobre algún tema más específico, déjalo en comentarios y tomamos nota para profundizar más adelante.
      Un saludo.

  2. Avatar de Antonio
    Antonio

    Creo que habría que leer más a Judith Butler y, eliminar todos los prejuicios posibles 😊

  3. Avatar de José Luis
    José Luis

    Semilla de una ideologia destructiva de la sociedad, la izquierda woke, centrada en la identidad, al servicio de la oligarquía financiera globalista.

    En lugar de en lo realmente importante: la lucha por la mejora de las condiciones materiales de la población.

  4. Avatar de Pedro
    Pedro

    Si el sexo biológico es un constructo social, ¿ cómo se reproduce el ser humano ? ¿ de dónde vienen los niños ?

  5. Avatar de Marta
    Marta

    El sexo biológico no es una construcción social, del mismo modo que no lo es la edad, el color de la piel o el color de los ojos. El género y sus mandatos patriarcales de lo que «debe ser un hombre » y lo que «debe ser una mujer» sí lo son. Esta ideología es tremendamente retrógrada ( aunque quiera ir de moderna ) ya que adopta el género ( es decir los estereotipos machistas) como su seña de identidad y sólo sirve a los intereses de las grandes farmacéuticas y asociados.
    Escribí un comentario mucho más elaborado, pero ha sido censurado sin motivo; esperemos que éste no lo sea…no es propio de una revista de filosofía que en principio pretende incentivar a la reflexión.

    1. Avatar de Filosofía&Co
      Filosofía&Co

      ¡Hola! El otro comentario no está censurado. De hecho, sigue publicado.

  6. Avatar de marnavarro8
    marnavarro8

    Judith Butler NO es feminista, ya que el feminismo combate la opresión de las mujeres basada en el SEXO ( y sus implicaciones biológicas ) y ella niega su existencia o lo percibe como algo abstracto que no se puede definir del todo; sin embargo, la opresión sí se puede definir y sí es evidente ( millones de feminicidios lo avalan alrededor del mundo ).

    El sexo es una característica biológica objetiva, del mismo modo que lo es la edad, el color de la piel o el color de los ojos . No es un sentimiento ni un constructo social. La biología es la que es, independientemente del marco cultural en la cual se desarrolle.

    Sin embargo, el género SÍ es un constructo social impuesto por el patriarcado con fines políticos, que impone modelos de comportamiento basados en el sexo (varón /hembra). Ejemplo: A las mujeres les gusta el color rosa, llevar el pelo largo, maquillarse y jugar con muñecas.
    Según la ideología de Judith Butler ( y aunque no quiera admitirlo de forma explícita, pero sí implícita ), quién no cumple con estos mandatos de comportamiento patriarcales, es porque ha nacido en el cuerpo equivocado y «cambiando su cuerpo», se solucionaría el problema.

    Desde el feminismo, se intenta COMBATIR EL GÉNERO y no combatir el sexo ( que es inalterable y además, al intentar crear la ficción de cambio, provoca graves problemas de salud, debido a las hormonas y a los bloqueadores de pubertad, a las operaciones quirúrgicas muy dolorosas e irreversibles y un gran sin fin de problemáticas muy lucrativas para la industria farmacéutica y asociados ).

    La filosofía de Judith Butler invierte y confunde estos términos constantemente y le hace el juego al gran capital, quién financia este tipo de ideología.

    Desde el feminismo proponemos acabar con la dictadura del género y sus etiquetas interminables . No cambiemos nuestros cuerpos, cambiemos la sociedad para poder ser más libres.

  7. Avatar de Cinthya Malhue Calderón
    Cinthya Malhue Calderón

    La filósofa Judith Butler ha sido influyente en el campo de los estudios de género al cuestionar y desafiar las concepciones tradicionales de género como una categoría fija y binaria. Su teoría de la «performatividad de género» sostiene que el género se construye y se mantiene a través de actos repetidos y ritualizados en la sociedad.
    En mi opinión, la perspectiva de Judith Butler es esencial para comprender la naturaleza fluida y socialmente construida del género. Su enfoque invita a cuestionar las normas y roles de género establecidos, permitiendo una mayor libertad para la expresión de la identidad de género y una mayor comprensión de las experiencias diversas de las personas. Al desafiar la idea de que el género es simplemente una característica biológica, su trabajo ha sido fundamental para avanzar en la lucha por la igualdad de género y la inclusión de todas las identidades en la sociedad.

  8. Avatar de Pía
    Pía

    Creo que estos temas son importantes de tratar y de visibilizar, no tenía conocimientos sobre la autora Judith Butler y sus estudios de género, sus aportes al feminismo y sus estudios queer son temas desde mi punto de vista importante de comprender y de discutir. Si bien había escuchado sobre el libro el género en disputa no le había prestado la atención necesaria, por lo que encontrarme este artículo con información tan relevante e interesante para mí, es una gran oportunidad para informarme acerca de estos temas que me son de suma importancia para comprender los movimientos minoritarios y sus luchas.
    El artículo plantea temas que siguen en desarrollo permanentemente, puesto que llegar a un acuerdo sobre el sexo y el género es un tema totalmente debatible, que no se es capaz de llegar a una conclusión. Tal como se indica en el artículo, creo que tanto el sexo como género son constructos sociales, ya que es finalmente la persona en si quien se debe de definir así mismo y no el resto de la sociedad. También creo que existen múltiples identidades y que las personas se pueden definir según lo quieran y se entiendan, ya que es complejo llegar a definirse en un mundo en donde existe tanta información e influencias, por lo que a veces es complejo llegar a una definición completa, es algo que está en constante proceso.
    Me parece que los planteamientos de Butler dan para mucho desarrollo, como escribí en un principio son temas que están en pleno desenvolvimiento y discusión constante, puesto que estamos insertos en una sociedad que todavía le cuesta avanzar, reconocer a las minorías, y por tanto reconocer sus derechos sociales. Tal como indica la autora creo que se debe de seguir en una lucha continua y sin fin para lograr la igualdad y el reconocimiento para las minorías, respetándolas y dándoles los derechos que tanto se les han negado.

  9. Avatar de Fernando
    Fernando

    Pienso que el sexo no es una construcción social. Si podría decirlo del género, pero, comparto con la autora, no se puede disociar sexo y género. Entonces, por qué no podemos asumir que el sexo y el género van absolutamente de la mano? Y con esto no hablo de la condición homosexual. Estoy diciendo que estamos llevando a un extremo un discusión que, a mi entender, es básicamente política y de la que se han valido (al final del cuento) los mismos grandes capitales. Nadie nace en un cuerpo equivocado.

  10. Avatar de Violeta Barco
    Violeta Barco

    Pues yo al nacer no me sentía atraída por ningún sexo ni género… las imposiciones culturales me decían que me inclinara claro está hacia los hombres ya que soy mujer, mucha insistencia e influencia para que eso pasará… y bueno quizás por eso me llegué a sentir atraída por algunos hombres, más adelante conocí a una mujer y me encantó, revisé tiempo atrás [recuerdos] si quizás en algún momento alguna otra mujer me llegó a gustar, pero no lo recuerdo así, como le ha pasado a otras amigas que sí, desde pequeñas se sentían atraídas… creo que la cultura está muy enfocada en determinarnos desde el inicio y perdemos de vista que sí, somos un devenir con multiples posibilidades de autoafirmación. No creo que solo me gusten las mujeres o que ya no me gusten los hombres, creo que depende de la persona, puedo establecer vínculos eróticos y afectivos libremente, y no tiene que ver con su anatomía o género, es mi caso, pero comprendo que no es el de todos los seres.

  11. Avatar de Willy
    Willy

    Repito la pregunta anterior, ¿Cómo es que el sexo es construcción social? No aparece esta explicación en el artículo.
    Además, no me queda claro que sexo y género sean indistinguibles.

    1. Avatar de Filosofía&Co
      Filosofía&Co

      ¡Hola! Respondiendo a tu pregunta, tal y como se explica en el artículo, esta autora en particular no hace una separación tajante entre los dos conceptos. Lo que entendemos por «sexo», para Butler, es fruto de una serie de decisiones convencionales y colectivas (por ejemplo, se da mayor importancia a los genitales que a otros muchos indicadores biológicos como los hormonales) que llevan a un binarismo donde se «resumen» todas las opciones posibles en dos grandes categorías que no reflejan la realidad humana en su complejidad. Evidentemente, se puede no estar de acuerdo con ella.
      Un saludo y gracias por leernos.

  12. Avatar de masip.arm51
    masip.arm51

    Al nacer ya estamos determinados cuál va sé nuestra orientación sexual, por ejemplo, empíricamente, yo a los 7 años sentía atracción por el sexo femenino, es decir, estaba determinado a ser heterosexual, por tanto, mi sexualidad no es producto de un constructo cultural. No obstante, es posible que al nacer otros seres estén determinados para ser homosexuales y ellos empíricamente lo comprobaran al sentir una atracción hacia su mismo sexo. Luego hay seres que nacen indeterminados, hombre que luego se siente mujer y viceversa, pero toda esta problemática no es un producto cultural.
    Lo que sí es necesario es enseñar desde la más tierna infancia a los niños una ética integral, no solo sexual. Esta ética integral, ya conlleva el respeto y el derecho a la dignidad de todos los seres humanos, cualquiera que sea su tendencia sexual, religión o raza y el respeto a las minorías.
    Yo creo que genéticamente nacemos determinados en gran parte y luego según el contexto cultural, social y económico en que nazcamos conformara nuestra personalidad.
    Por último, no olvidemos que somos animales racionales, pero a pesar de nuestra racionalidad tenemos el instinto de supervivencia de la especie como cualquier otro animal, si bien, hoy día hay opciones respetables, como los que no quienes no quiere tener hijos.
    Para terminar, no admito que mi heterosexualidad sea un producto cultural.
    En cuanto al género, la persona que nace en un cuerpo de hombre y se siente mujer y viceversa se pueden adscribir al género masculino o femenino, haciendo los debimos trámites legales y médico para que esta persona se sienta realizada y pueda ser feliz. En cuanto a la homosexualidad, en sociedad culta y democrática, se la debe respetar.
    Por último, en Europa occidental vamos a tener que dar entrada a millones de migrantes, pues el índice natalidad es tan bajo que las proyecciones de futuro aconsejan que tendremos que pedir trabajadores de otros países.
    Podría extenderme mucho más sobre este tema, pero creo que las escuelas tendrían que enseñar la ética de Aristóteles, «Ética Nicómaco» y, como no, al gran Kant con su ética, con estos dos autores, sí que se daría una ética integral no solamente dirija al sexo, sino el comportamiento ético y moral en todos loámbitos de la vida. Saludos cordiales.

  13. Avatar de Vilma Navarro-Daniels
    Vilma Navarro-Daniels

    ¿Cómo es que el sexo es construcción social? No aparece esta explicación en el artículo.
    Además, no me queda claro que sexo y género sean indistinguibles.

    1. Avatar de SilviaP
      SilviaP

      ¿Has leído algún libro de Buttler? Creo que es mejor ir por eso a esperar encontrar todas las respuestas en un artículo.
      Es un espacio de introducción, para fomentar la curiosidad. Ir al autora será la mejor vía para aclarar más tu consulta y ahondar en lo que te hace ruido.

      Saludos

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