F+ 10 libros feministas para hoy y los años que vienen

La lectura de libros feministas es una ventana esencial para comprender las complejidades de las experiencias de las mujeres y las disidencias de género. También desafían las estructuras arraigadas de la desigualdad y proponen itinerarios críticos con los que movernos en un mundo repleto de polarización y debate. La filosofía feminista ha sido una herramienta de análisis de la realidad y transformación política desde, al menos, el siglo XVIII.

En este dosier, queremos traer voces conocidas y otras más desconocidas que nos parece que aportan mucho a los debates actuales sobre el género. Si en los años precedentes se abordaron las problemáticas de género desde la perspectiva del acceso a los derechos civiles, el siglo XXI nos presenta toda una serie de debates que superan los anteriores y los complejizan.

Los libros feministas que traemos hablan del desplazamiento, la migración, la identidad de género, el consentimiento y el punitivismo, entre otros temas. Estos son algunos de los elementos fundamentales que atraviesan el feminismo contemporáneo. A medio camino entre reflexiones teóricas y prácticas y entre ensayos y novelas, el feminismo hoy se edifica en las intersecciones entre clase, género y etnicidad; y entre la recuperación de las voces olvidadas y la construcción de nuevos horizontes de debate.

1 «El mito de la belleza», de Naomi Wolf

Cada vez estamos más expuestos. En un mundo hipersaturado de imágenes, el cuerpo y su expresión se ha convertido en el centro de nuestra interacción social. La «industria de la belleza» cada vez mueve más dinero y nuestra imagen determina nuestros avatares en internet y las relaciones sociales con los demás.

En El mito de la belleza, Naomi Wolf plantea que, a medida que las mujeres han avanzado en la conquista de mayores libertades, derechos e igualdad, ha surgido un imperativo sociocultural que les exige un determinado canon de belleza. Un canon que ha reemplazado a la anterior ideología doméstica criticada por feministas como Betty Friedan (autora de La mística femenina) y Germaine Greer (autora de El eunuco femenino).

Según Wolf, este mito es parte de un contraataque al feminismo que utiliza imágenes de la belleza femenina como arma política contra el creciente poder económico, político y social de las mujeres occidentales. Wolf sostiene que los estándares de belleza son históricamente cambiantes y reflejan las relaciones de poder entre hombres y mujeres, lo que convierte a la ideología de la belleza femenina en un último intento por parte de los hombres de mantener su dominación.

No se trata de un contraataque planificado o una conspiración, sino de una tendencia impulsada por los medios de comunicación, la sociología y psicología populares, la industria de la moda y cosmética, así como una amplia gama de industrias culturales que producen imágenes para una economía de consumo en la que las mujeres mismas son consumidoras y objetos de consumo. Esto lleva a que ellas se juzguen a sí mismas según estándares inalcanzables, lo que afecta sus vidas al generar una obsesión con el aspecto físico, miedo al envejecimiento y temor a perder el control sobre sí mismas.