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NÚMERO 14

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¿Quién maneja el poder?

Filosofía para comprender el mundo del siglo XXI y sus laberintos

Diotima y el papel de las mujeres en la sabiduría

3 comentarios

En "El banquete", de Platón, un grupo de hombres hablan sobre qué es el amor, ¿es para siempre o solo por un tiempo? ¿Es un dios o un semidios? Diotima entra en escena por boca de Sócrates para indicar que el amor desea lo que no tiene.

En "El banquete", de Platón, un grupo de hombres hablan sobre qué es el amor, ¿es para siempre o solo por un tiempo? ¿Es un dios o un semidios? Diotima entra en escena por boca de Sócrates para indicar que el amor desea lo que no tiene.

3 comentarios

Arranco este blog con la certeza de que se puede filosofar en femenino, como Diotima. En este espacio me propongo declinar, desde distintas voces, el tema del feminismo y la filosofía.

Diotima es un nombre para plantear cuál es la posición de las mujeres en su peculiar vínculo con la sabiduría. De acuerdo, pero ¿de quién estamos hablando? Diotima es una mujer mencionada por Sócrates en uno de los diálogos de la “época literaria” de Platón: El banquete. Un grupo de hombres quedan para cenar en casa de un escritor conocido llamado Agatón, en la antigua Atenas. Sócrates se suma en el último momento. Por casualidad, encuentra a un amigo que le pide acompañarlo a casa de Agatón. Una vez ahí, como están un poco aburridos, deciden no emborracharse y despedir a la flautista para ponerse a charlar, mejor dicho, a soltar una serie de monólogos muy suyos.

En «El banquete», de Platón, un grupo de hombres quedan para cenar en casa de un escritor conocido llamado Agatón. Sócrates se suma en el último momento. Allí cuenta que todo lo que sabe sobre el amor y otras cosas se las enseñó una mujer llamada Diotima

"Cenar con Diotima. Filosofía y feminidad", de Anna Pagès, publicado por Herder.
«Cenar con Diotima. Filosofía y feminidad», de Anna Pagès, publicado por Herder.

La filósofa italiana Adriana Cavarero hablará del “autismo autorreferencial masculino” para definir este narcisismo de las ideas que a veces predomina en ambientes de pensadores encantados de haberse conocido. El tema del que hablan estos hombres es el amor (Eros). ¿Qué es el amor? ¿Es para siempre o solo por un tiempo? ¿Es un dios o un semidios? ¿Es un amor hacia un solo objeto o hacia muchos? Cuando llega su turno, Sócrates (para variar) afirma que no sabe nada sobre el amor, pero que todo lo que sabe, y además «otras muchas cosas», se lo enseñó una mujer llamada Diotima. Aquí entra ella en escena por boca de Sócrates para indicar que el amor desea lo que no tiene. Construimos nuestra relación con el saber a partir de una falta: algo no sabemos y quisiéramos buscar, incluso encontrar.

Diotima y Sócrates tienen eso en común: no se asustan de las cosas por pensar o por ver; son un poco Sherlock Holmes en su indagación sobre qué pasa con las pistas, los atajos, lo indecible o imperceptible. Buscan lo que aparentemente no está, para ponerlo en evidencia bajo la modalidad de un relato. En la conversación con Diotima, Sócrates descubre que algunas grandes preguntas de la filosofía son al fin y al cabo una especie de cuento. Diotima relata el mito del nacimiento de Eros, hijo de Pobreza y de Porós, el que tiene recursos. El amor, por una parte, no posee nada y, por la otra, encuentra la manera de ir a por ello, rebuscando y preservando lo que otros han dejado como miguitas de pan después de un opíparo banquete.

Diotima precede a las mujeres filósofas porque, a diferencia de la cena en casa de Agatón, a la que no fue invitada y en la que Sócrates fue su portavoz, nosotras estamos aquí hoy, hemos tomado la palabra, participamos en El banquete de los hombres filósofos, aunque no siempre nos escuchen con atención, porque nuestras preguntas inquietan demasiado las vanas certidumbres de lo universal, y no siempre seamos mayoría en los foros académicos al uso. La inclusión del punto de vista femenino en el escenario general de la filosofía no deja indemne: afecta en lo más íntimo cualquier aproximación que pase por alto el detalle, la pequeña huella, la imperceptible sombra de lo que se trata. Por eso las mujeres no gustan de llamarse “filósofas” como si una esencia mítica las determinara previamente. Las mujeres como Diotima más bien “hacemos filosofía”, resquebrajando el discurso o monólogo de los que saben para demostrar, como Sócrates, que el saber radica en el suelo que pisamos cada día, en la fruta que pelamos, en el saludo al amigo o al vecino, en el malentendido y la espera. Un poco como la criada tracia que en El Teeto de Platón se puso a reír a carcajadas del pobre Tales, enfrascado en contemplar el firmamento sin apercibir el hoyo que tenía en las narices. Diotima, como la criada tracia, como todas nosotras, es la carcajada que compartimos para dejar fluir las ideas, acercarlas y plantearlas desde una perspectiva tal vez más libre y sentida.

He abordado este tema en mi nueva publicación en Herder Editorial: Cenar con Diotima. Filosofía y feminidad (2018).

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3 respuestas

  1. Avatar de Sabrina Analia Cabrera
    Sabrina Analia Cabrera

    Diotima aparece como Pagés bien lo aclara en «El Banquete» a través de… un Hombre: Sócrates.
    «Diotima precede a las
    Mujeres Filósofas» (Anna Pagés).
    Volviendo al «Banquete» : Pausanias
    (Uno de los participantes) , en su
    exposición diferencia dos
    Amores : El Racional y el carnal /
    sensiitivo.
    Así, hay dos Venus.
    El Amor fue fecundado en el jardín
    de un Dios mitológico llamado
    Júpiter el día que Venus nació.
    Ello explica la asociación entre
    El Amor y Venus / Amor y Belleza
    (Diotima).
    Venus Celestial.
    Venus Popular.
    Celestial: no tiene madre.
    Es más antigua y es fuente de
    Inspiración para los más fuertes e inteligentes. Respecto a lo que leí,
    eran los varones los más «favorecidos» en el «reparto» de esas
    facultades.
    Popular : tiene padre y madre.
    Es un tipo de Amor más sexual si se quiere. No busca el cuidado a futuro del cuerpo y del Alma como el
    Amor Celestial.
    Es mi observación, casual que el Amor más despreocupado es aquel «nacido de padre y madre».
    Digamos, El Amor sin raíz es que procede de un padre y madre mientras que el Amor Productivo sólo tiene padre (figura masculina).
    Para Diotima el Ser Humano es quien hace posible el «toque» del Amor.
    Siendo sensibles, se vuelven amantes y amados.
    Fusionando lógicas, las mujeres buscarían Hombres atravesados por un Amor equiparado con Venus Celestial.
    Evidentemente, Pausanias, nos tenía en una caterogoría más baja.
    Sócrates nos elevó al hacer del contenido de su discursiva el relato de una Mujer (Diotima).
    Es lo que entendí.
    Gracias Pagés!!!

  2. Avatar de Sabrina Analia Cabrera
    Sabrina Analia Cabrera

    Autocorrección
    En otro artículo de ese Medio como en Otras Fuentes , se entiende muy bien cómo es el Alma para Platón.
    Alma= Razón
    Ánimo
    Apetitos
    Si el Ánimo es el soplo de Vida
    Sagrado/ Bíblico , sin Ánimo no funcionarían ni la Razón ni los Apetitos.
    Platón considera que hay un Alma inmortal. Desde su lógica de Alma dividida, ahí quedo. El Alma en su conjunto no creo que sea inmortal porque si el Ánimo es Movimiento o voluntad direccionada hacia la Verdad
    y el Bien , el Apetito es controlado por la parte Pensante … ¿Quién es Inmortal?
    Creo que esa Alma que desea irracionalmente tras el final del
    Cuerpo
    desaparece.
    Platón asume que el Alma debe ser
    cuidada y para ello el cuerpo debe estar bien alimentado, sin desbordes que provoquen sensaciones extremas de placer o dolor .
    Ese Amor intermedio entre lo Inmortal y mortal al que referencia Diotima , suple la necesidad de perpetuar la exitencia de los cuerpos.
    La elección de ese Amor estará supervisada por el Alma Anímica.
    Automayeuticándome post Bibliografías, caigo en mi verdadera ignorancia.

  3. Avatar de Sabrina Analia Cabrera
    Sabrina Analia Cabrera

    «Timeo» y «El Banquete» son obras de Platón las cuales reproducen
    diálogos.
    Diotime (Mujer) aparece por la réplica de su discurso en la voz de Sócrates.
    Ella es quien sabe del Amor y se lo hace ver a Sócrates a través de preguntas que ella formula.
    En Platón hay una búsqueda de proteger la inmortalidad.
    «El Alma de Platón» está partida
    dividida en tres. Una es inmortal y ella es quien se debe cuidar. Calculo es el alma racional.
    La generación se seres a través de la intimidad o unión de gametos es lo que asegura la inmortalidad del cuerpo.
    En el Amor platónico hay deseo, hay ardor , hay inclinación hacia la bondad y la belleza; hay posesión
    pretendida.
    La Idea de Dios platónica contiene
    Sabiduría – Belleza – Bondad.
    Para Diotime el Amor no es Un
    Dios ; asumo que lo no nombraba Eros. Para otros sí el Amor era un Dios.
    Tal vez, el Amor alimente esa Alma platónica racional e inmortal.
    Es lo que yo interpreto.
    El Amor y Venus ( Venus es un Ella).

    Diotime / Diotima (Mujer)y el Amor.

    «Al lado de un gran hombre , hay una gran mujer» como dijo Cristiane.

    La mirada masculina como la única y válida es incompleta.

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