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Vivir en el absurdo

10 comentarios

La vida no parece tener sentido. Dura como el asfalto y llena de sufrimiento, sobre ella crece, sin embargo, la belleza en los recovecos del absurdo. Imagen de Maky_Orel (Pixabay, CC0).

La vida no parece tener sentido. Dura como el asfalto y llena de sufrimiento, sobre ella crece, sin embargo, la belleza en los recovecos del absurdo. Imagen de Maky_Orel (Pixabay, CC0).

10 comentarios

La pregunta por el sentido de la vida ha sido recurrente en la travesía del pensamiento occidental. Dos mil años después, manida y exhausta, la pregunta da síntomas de agotamiento y empieza a atisbarse una respuesta que siempre quisimos esquivar: quizá la vida no tenga un sentido fijo. Aceptar el absurdo de la vida, su sinsentido, es difícil, pero el reto yace en encontrar la belleza que crece, silenciosa, en el alfeizar de la vida, en la carretera de nuestra existencia.

Por Pablo Fernández Curbelo

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La gaya ciencia, de Friedrich Nietzsche (Ariel).

«Dios ha muerto. (…) Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo nos consolaremos, asesinos entre los asesinos?». Así anunció Nietzsche la muerte de Dios en La gaya ciencia. Su significado, la pérdida de todo un sistema de valores y de creencias, fue devastador. El vacío que dejó condujo a la irrupción del nihilismo, al ascenso del totalitarismo durante el siglo XX y a las mayores atrocidades cometidas por el hombre. Y ahora ¿cómo encontrar sentido en un mundo que, a primera vista, se muestra frío, caótico y misteriosamente absurdo?

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Como bien postuló Nietzsche, gran parte de lo que acontece en el mundo es fruto del azar. El movimiento rige el transcurso: las personas vienen y van, el presente se vuelve pasado y el pasado cae en el olvido. Nos movemos en un mundo solitario que nos es ajeno y parece movido por aquello que el escritor francés Albert Camus denominó «el absurdo». Incluso el Ser se escapa de nuestro propio entendimiento: al arrojar luz sobre el origen de nuestros deseos, Freud, uno de los filósofos de la sospecha, mostró sus ambivalencias y su densa oscuridad.

Hay algo, sin embargo, que desbanca al pensamiento, que lo deja inservible, y que nos abalanza sobre el vacío: el sufrimiento. Cuando sufrimos la traición, el engaño, la infelicidad o la enfermedad, la existencia se vuelve intolerable. Puesto que no creemos en un mundo mejor y eterno después de la muerte, nos vemos abocados a buscar con desenfreno algún modo de justificar nuestra existencia en este mundo y, puesto que solo tenemos una, de hacerla no solo soportable o llevadera, sino agradable y placentera.

Nuestra cultura ha sabido cómo hacer de esta búsqueda un auténtico mercado: libros de autoayuda, coachings o vídeos motivadores. Pero, en este caso, el quehacer filosófico debe guiar al hombre no para encontrar sentido a la vida, puesto que carece de sentido objetivo alguno, ni para imponérselo, sino para enseñarnos a vivir pese a la falta de sentido, en el amplio espacio del absurdo.

La vida no tiene sentido y se nos presenta como un absurdo. Pero en esta existencia absurda hay dolor, sufrimiento, y nos vemos obligados a explicar esto de una u otra forma

Haruki Murakami, autor japonés y eterno candidato al Nobel, ha construido sobre ese espacio del absurdo toda su literatura. En ella, Murakami nos muestra la abrumadora capacidad que tiene el mundo de sorprendernos en medio del caos y la aleatoriedad. En Flor y nata, uno de los relatos que conforman la antología Primera persona del singular, un joven emprende el camino hasta «lo alto de un elevado promontorio en Kobe» para acudir a un recital de piano.

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Primera persona del singular, de Haruki Murakami (Tusquets).

Sin embargo, al llegar a la cima, no ve rastro del recital. Cansado e inmerso en la decepción, se sienta a descansar. En ese momento se le aparece un anciano que habla de un círculo con varios (o infinitos) centros, es decir, una figura incongruente e imposible. Cuando el joven se vuelve a girar, ya no hay rastro del anciano.

El joven se queda pensando sobre el círculo, metáfora de lo absurdo, de los acontecimientos incomprensibles que nos sobrevienen a diario y de nuestra innata necesidad de buscar respuesta a lo que quizás resulta inexplicable. «Cuando me sucede algo —reflexiona el joven— me acuerdo del círculo y pienso, por un lado, en todo aquello inevitable, fútil y banal que acontece con descaro y azarosamente en nuestra vida».

Si bien intentar racionalizar el absurdo y darle explicación resulta una tarea inútil y sin fin, una tarea que gira sobre sí misma de forma circular, aceptar plenamente el espacio que nos cede el absurdo nos brinda un enorme lugar de sensaciones. Sensaciones que, por cierto, los griegos menospreciaron y atribuyeron al mundo aparente de Platón y que siglos más tarde Nietzsche reivindicó como único mundo real. Pero el mundo material y sus sensaciones nos sugieren que, pese al sufrimiento, quizás seamos capaces de contemplar las flores hermosear en primavera, meciéndose al viento.

No podemos racionalizar el absurdo de la vida. Es una tarea inútil y sin fin. El sinsentido de la vida nos abre todo un mundo de sensaciones que, pese al sufrimiento, esconden belleza

Pese al sufrimiento, quizás disfrutemos de los cálidos rayos de sol en una tarde de verano. Pese al sufrimiento, quizás quedemos fascinados por el brillo de unos ojos, de una mirada, o por el tacto de una mano y conozcamos el significado de la ternura. A esto se refirió Emil Cioran cuando escribió en sus Cuadernos, reivindicando el absurdo y, naturalmente, jugando con la dialéctica: «No soy un pesimista, me gusta este mundo horrible».

Abrazar la vida terrenal y a nosotros como eternos extranjeros y partícipes de ella es un modo de burlar la falta de sentido. Abrirse al mundo de la experiencia y al devenir no es desdeñar la importancia y la valía del pensamiento, sino señalar sus límites. Al preguntarnos por el origen de los acontecimientos, de nuestras dichas y de nuestras desgracias, pronto llegamos al abismo que supone la aceptación de nuestra ignorancia y a la falta de respuestas para las grandes preguntas.

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Encontrar consuelo en un vaso de leche fría con azúcar, en los abrazos que se dan con demasiada fuerza o en una hermosa pieza musical es, ante todo, un ejercicio de suma modestia y apertura. Los mejores poetas comprendieron esto, pues el cuerpo poético nace de este mismo impulso de apertura y de una búsqueda desaforada por lo verdadero. En el poema Vida, Alfonsina Storni escribió:

«Es que abrí la ventana hace un momento
y en las alas finísimas del viento
me ha traído su sol la primavera
».

Abrir la ventana al mundo es un modo de que entre la luz.

Sobre el autor

Pablo Fernández Curbelo vive en Tenerife, Canarias, y tiene 17 años. Su primer recuerdo es con un libro en la mano.

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10 respuestas

  1. Avatar de Jensen
    Jensen

    La existencia no tiene sentido, con el paso de los años uno cada vez más se da cuenta de ello. El sentido lo inventamos (o intentamos hacerlo) nosotros. Por eso existen las religiones, las sectas, las drogas y la tecnología. Para mantenernos entretenidos y ajenos a la esclavitud de la somos víctimas. Esto no es nuevo, chicos. Ya lo hacían los romanos hace miles de años. Pan y circo y que todo siga como está.
    El misterio es cómo no nos suicidamos en masa y acabamos de una vez por todas con todo este absurdo.

  2. Avatar de Manuel
    Manuel

    La vida para el ser humano tiene sentido,pero cada ser humano debe buscar aquellas cosas que den sentido a su vida, esto es una tarea individual de cada uno,el buscar ese sentido en cada momento de su vida……»quien tiene un porque puede con cualquier para que»…..yo leería el libro de Víctor Frankl «El hombre en busca de sentido» editorial Herder.

  3. Avatar de As
    As

    La vida esta dirigida por la evolución. Lo que progresa y se reproduce, persiste y es nuestra vida y dirige nuestra vida. Lo que no tiene éxito, no se mantiene ni se reproduce y desaparece. A la vida no le importa nuestra felicidad. Solo la usa para dirigir nuestros pasos a la pervivència de la sociedad, no busca ninguna finalidad. Es lo que pervive.

  4. Avatar de luli trigo
    luli trigo

    es difícil vivir en el absurdo y cuestionarse si lo que nos rodea es real o no. sin embargo la vida se basa en eso, disfrutar los pequeños momentos de la vida. Desde un rayito de sol hasta tomar té en el pasto. saludos y excelente artículo!

  5. Avatar de Tovar
    Tovar

    Yo veo la fotos de hace apenas unos meses cundo estaba con mi novia y comparó con las del pasado y me veo tan feliz fui muy feliz a su lado y cuando esperábamos a nuestro bebe era aún más feliz me sentía realizado yo hasta ahora no soy padre tengo 33 y cometí errores. Se lo expliqué pero supongo que no debí comer errores Devi de ser perfecto. Pero fui tan feliz a su lado. Ahora actúa como si yo hubiera sido lo peor que le paso en su vida . Yo vivo sin sentido ahora no tengo la más mínima motivación de seguir. Nunca eh atentado contra mi vida . Pero despierto cada mañana y . Para que ? No soy muy bueno para socializar an ella la conocí por suerte casi casi dios la puso en mi camino. Y ahora no está . Paso por mucha ansiedad y estrés. Ayer sentí un dolor muy fuerte el corazón sentí la muerte por segunda ves . Cada mañana me despierto y en mi mente retumban estas palabras ( esta es mi vida lo que me toco vivir lo de ahora es lo que sucede cada consecuencia es resultado de mis acciones no hay un hubiera esta vida me tocó por surte por casualidad habito este cuerpo . Y no habrá otra vida igual . Aveces paso días oh semanas enteras sin hablar con alguien. Por tomar y manejar Me metí en problemas con la ley lo que hace que tenga mas estrés y ansiedad. Yo nunca eh ido a la playa quizás ese di será que me pierda en el mar en un cálido di de verano

  6. Avatar de Luis MP
    Luis MP

    No se si la vida tiene sentido o no pero pienso que hay que intentar disfrutarla haciendo el menos mal posible.

  7. Avatar de Hugo O. Settembrino
    Hugo O. Settembrino

    Excelente reflexión sobre el absurdo dela vida.

  8. Avatar de Hugo Quintero
    Hugo Quintero

    Hace unos leí bastante a Frankl, que se ocupa ampliamente del asunto, pero fue Joseph Campbell quien me dio una pista más sugestiva al comentar que no se trataba tanto del sentido de la vida como de la «experiencia» de la vida, sea lo que sea que haya querido decir con eso.

  9. Avatar de Hugo
    Hugo

    Felicitaciones Pablo! Gran artículo. Continúa escribiendo. Un saludo desde la otra parte del mundo.

  10. Avatar de Anneliese Homm
    Anneliese Homm

    Qué maravilla de artículo, cuanta verdad tiene, parece que todas mis dudas han encontrado una explicación. Excellente

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