Suscríbete

F+ Razón y pasión: historia de un conflicto filosófico

Dosier: Encuentros y desencuentros entre la razón y la pasión

7 comentarios

«La distinción entre razón y pasión surge con el inicio de la propia filosofía», nos dice el profesor Eduardo Infante. «Ser filósofo implicaba vivir filosóficamente y esta forma peculiar de existencia significaba, entre otras cosas, un autodominio de las pasiones por la razón. En este sentido, podríamos decir que la división es connatural, pero que el gobierno racional de las pasiones es una construcción artificial que exige un entrenamiento y un esfuerzo constante». © Ana Yael.

«La distinción entre razón y pasión surge con el inicio de la propia filosofía», nos dice el profesor Eduardo Infante. «Ser filósofo implicaba vivir filosóficamente y esta forma peculiar de existencia significaba, entre otras cosas, un autodominio de las pasiones por la razón. En este sentido, podríamos decir que la división es connatural, pero que el gobierno racional de las pasiones es una construcción artificial que exige un entrenamiento y un esfuerzo constante». © Ana Yael.

7 comentarios

Razón y pasión constituyen dos polos fundamentales de nuestra naturaleza. Sin embargo, la racionalidad se asoció desde muy temprano con nuestra vertiente más humana, mientras que la pasión (o emotividad) pasó a convertirse en una enemiga a la que había que frenar, reprender e incluso combatir. Repasamos en este dosier algunas de las posturas teóricas más relevantes para entender esta dicotomía que, quizá, no haya que considerar desde la oposición, sino desde la complementariedad.

La historia de la filosofía nos ha malacostumbrado a pensar bajo el (cómodo) paraguas de dicotomías cuyos elementos resultan excluyentes: cuerpo y alma, palabra y pensamiento, acción y reflexión… o razón y pasión. Estas parejas se han vehiculado, en ocasiones, como componentes separados y bien diferenciados, de entre los cuales hay que decantarse por uno de ellos: es decir, «o» somos animales racionales «o» somos animales pasionales, eminentemente emotivos. Otras veces, la mayor parte de ellas, tales duplicidades se han desarrollado para describir la complejidad de lo humano, en cuyo caso ya no hay que decantarse por uno de aquellos elementos, sino saber alinearlos, enfrentarlos y complementarlos de manera conveniente y saludable.

Es lo que ocurre con la razón y la pasión. Quizá esta distinción tenga su origen en la radical oposición que se creó, desde muy pronto, entre humanos y animales no humanos como seres pertenecientes a dos mundos diametralmente opuestos. Aristóteles es aquí el precursor a tener en cuenta, cuando puso sobre la mesa observaciones del comportamiento de los animales y nos definió como el único «animal racional», aunque ya antes Sócrates, con su moral intelectualista, defendió que solo el ser humano puede distinguir entre lo bueno y lo malo gracias al conocimiento racional.

Publicidad del Ayuntamiento de Barcelona: Decidim. En què invertir els Pressupostos Participatius a la nostra ciutat. Entra! Participa!
PUBLICIDAD

Autores como La Mothe le Vayer o Pierre Nicole trataron de conocer las pasiones para hacer de ellas un instrumento que el príncipe o regente del Estado pudiera emplear para gobernar mejor, ya que —se pensaba—, si se conocen convenientemente las ambiciones de los súbditos, se hace más llevadera y sencilla la permanencia del dominio y de la autoridad. Más tarde, por ejemplo, con la entrada del siglo XVIII, la política pretendió ser del todo racional. Por ejemplo, con Diderot, enciclopedista por antonomasia, quien pensaba que los ilustrados cobrarían progresivamente el poder en lo social a través del intercambio, la experiencia, la educación y la libertad. La propia ciencia, en el siglo XX, con el auge del positivismo, intentó hacer del poder de la razón el auténtico estandarte que guiara la vida humana en todos sus ámbitos. Una razón justificadora y aseguradora. Aunque quizá la razón también albergue algunos peligros y muchas oscuridades; o ¿qué fue acaso el nazismo sino la plenificación absoluta del imperio de un sistema racionalizado?

Sabiduría milenaria… antes de Grecia

FILOSOFÍA&CO - COMPRA EL LIBRO Parerga y paralipomena II
Parerga y Paralipómena II, de Arthur Schopenhauer (Trotta).

Como dejó apuntado el filósofo Arthur Schopenhauer (1788-1860) en el segundo volumen de sus Parerga y Paralipómena, título que le otorgó fama definitiva a partir de 1851 y por cuyo éxito fue reconocido como el Buda de Frankfurt, «en cada página de las Upanisad aparecen pensamientos profundos, originales y sublimes, mientras que una seriedad elevada y sagrada se extiende sobre todas ellas». Fue el propio Schopenhauer uno de los primeros introductores del pensamiento de Oriente en el contexto cultural europeo, y reivindicó con vehemencia intelectual —tanto a viva voz como a través de sus escritos— la importancia de la tradición del pensamiento hindú para suscitar la aparición de una auténtica conmoción espiritual que desembocara en la definitiva transformación de nuestro espíritu, en un nuevo nacimiento (Wiedergeburt). Hasta el punto, incluso, de llegar a negar no solo nuestra propia voluntad, sino la Voluntad toda, universal, cósmica, ese monstruo omnipotente que todo lo domina y devora en su inevitable despliegue.

Para seguir leyendo este artículo, inicia sesión o suscríbete
Otros artículos que te pueden interesar

7 respuestas

  1. Avatar de Angela
    Angela

    Hola! Me podrían decir quién escribió el texto? Por favor, gracias

    1. Avatar de Javi Correa
      Javi Correa

      El equipo de FILOSOFÍA&CO

  2. Avatar de Jorge
    Jorge

    Hola, ya me he suscrito pero no puedo seguir leyendo. Hay una parte donde me indican que ya estoy suscrito, pero mas adelante cuando quiero leer un dossier me indica que para disfrutar todos los contenidos debo suscribirme.
    Para suscribirme di clic a pay pal, pero no se si ya se reliable el pago. Si no es así, por favor indíquenme si tengo que realizar nuevamente el proceso de suscripción.

    1. Avatar de Filosofía&Co
      Filosofía&Co

      Hola, Jorge. Miramos a ver qué puede estar ocurriendo y te decimos. Si te parece, mejor seguimos en contacto directo a través del correo teescuchamos@filco.es. Te escribiremos desde allí.

  3. Avatar de maurorocha977
    maurorocha977

    Me he suscrito y no puedo continuar leyendo continua saliendo la opción de si quiero continuar leyendo q me suscriba

    1. Avatar de Filosofía&Co
      Filosofía&Co

      Vamos a mirar qué está pasando y te decimos.

  4. Avatar de HUMBERTO PUENTE COSTILLA
    HUMBERTO PUENTE COSTILLA

    Existe un exelente libro llamado «TRATADO DE LAS PASIONES» de Carlos Gurmendez, filologo y filosofo, basa su libro en las obras literarias que han sido iconos de la literatura, las pasiones son sentimientos humanos llevados al extremo, por lo que se convierten en UNA PATOLOGIA, por lo que se requiere la educación humanista para racionalizar los sentimientoss.

Deja un comentario